La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
442 INFORME SOBRE LAS CAUSAS DE LA SUBLEVACIÓN DE 1781 n6nigos, están a medio canonizar o arreglar, que es lo mismo; y que pongo muy en duda su salud eterna de muchos, si no restituyen a la Iglesia lo que han recibido de esta benigna madre, sin hacerlo suyo, o sin tener derecho alguno a percibirlo; perseverando en mí, el dolor de no haber tenido noticia en 20 años, de que alguno haya ejecutado semejante satisfacción. Aún es más digno de consideración, el defecto que en todo este tiempo noté, en punto de las distribuciones de los Interpresentes o Manuales, como los nombran en La Paz, donde más lo observé; por– que en Córdoba del Tucumán, apenas hay más ingreso de esta cla– se, que el estipendio de la misa votiva del Santísimo Sacramento, que se celebra el Jueves de cada semana, y por causa de la cual, no se dice la conventual; semper cantanda post tertiam, según decretos auténticos, sin duda por el cebo del pronto estipendio de la votiva. Estos Interpresentes o Manuales, saben todos, o deben saberlo, que son producidos de las dotaciones, u obras pías particulares, que en el testimonio de sus últimas voluntades, dejan los patronos o fun– dadores de las iglesias o capillas, u otros fieles del pueblo, como son: misas votivas, aniversarios, y otros sufragios por las ánimas de sus difuntos, para que se cumplan en las Iglesias Catedrales o Colegiatas, fincando en sus casas, haciendas o bienes raíces, el fon– do preciso a los réditos anuales necesarios para la dotación de ellas; pero con la expresea postrimera voluntad, de que dichos réditos se prorratéen y repartan sólo en los prebendados y minis– tros que asistiesen personalmente, a la celebración de aquellas mi– sas o sufragios, y los encomienden a Dios en ellos; no entre los au– sentes ni aún enfermos, como se ve en muchas iglesias de nuestra España; porque son dotaciones extraordinarias totalmente volunta– rias, y sobre las rentas de la Masa Capitular o Común. Siendo esto constante, está muy lejos de observarse así, en la referida iglesia de La Paz; pues experimenté y supe que estos Ma– nuales o Interpresentes se repartían sin discrimen a todos; estuvie– sen o no, ausentes o enfermos, asistiesen o no asistiesen. Sobre lo cual es muy digna de admiración, la conducta del reverendo Prela– do actual de aquella Catedral, que habiendo tolerado y pasado por esta costumbre, que se puede llamar uso furtivo o corruptela ini– cua, más de veinte años, no parece quiere ahora que corra a mi fa– vor; pues habiendo merecido a la real piedad de Su Majestad, en atención a las causas expuestas y justificadas por su Real Cámara de Indias, la admisión de la renuncia absoluta que hice de la prime– ra dignida de aquel Coro que obtenía por su real Merced; y habién-
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