La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
LA VERDAD DESNUDA 477 33.-En 28 de Septiembre expidió una Providencia el Provisor mandando que Don Francisco Alvarez (Cura interino puesto por el Reverendo Obispo en la Doctrina de Coporaque viendo la declara– da resistencia con que repugnaban a Don Vicente de la Puente) consumiese las especies sacramentales, cerrase las puertas de aque– lla iglesia, y remitiera sus llaves al Cuzco sin que quedase allí sa– cerdote. Y después libró entredicho general contra el mismo Pueblo, dirigiendo once cedulones para que se fijaran en otras tantas Doctri– nas principales que tiene la Providencia, cuyo tenor, según copia que tenemos en nuestro poder remitida por el Corregidor, era éste: "Tengan todos por especialmente entredichos, y privados de los be– "neficios de la iglesia a los feligreses de la Doctrina de Coporaque "por las públicas causas que los hacen indignos de ellos, y que se "hallan plenamente justificadas ante Nos. Cuzco y Octubre 5 de 1780. "-Juan Antonio Tristán.-Por mandato del Señor Provisor, Antonio "Felipe de Tapia". Los pliegos con que se encaminaron estas provi– dencias fueron interceptadas por el Corregidor, y se apoderó de ellas para remitirlas originales a vuestro Virrey, luego que pusiese en es– tado una información de otros escandalosos hechos de algunos ecle– siásticos de la Provincia que estaba recibiendo, según se lo ofre– ció en oficio de 20 de Octubre, participando el suceso ocurrido en Coporaque el 12 de dicho mes, dimanado de la primera resolución de la Curia Eclesiástica que fué éste. 34.-Esparcióse en aquel pueblo, la mañana de ese día, que el Cura interino Don Francisco Alvarez había consumido las especies sacramentales de orden del Provisor; y puesto su vecindario en mo– vimiento se encaminó a la posada del Corregidor a darle la queja de este atentado. El Corregidor no obstante estar enfermo, pasó inmediatamente con dicho eclesiástico a reconocer los Sagrarios. Ha– llóse que en el principal no había Sacramentos, y comprendiéndo– lo los indios, tumultuosamente, levantaron el grito en odio del Pro– visor, y de aquel sacerdote pero habiéndose reconocido que en el otro Sagrario existía la santa forma se sosegaron algo. Para que no se verificara el temerario proyecto del Provisor (que como en todo Jo demás, obraba en ésto sugerido de vuestro Reverendo Obispo, con punible contemplación), se encargaron los indios voluntariamen– te de guardar su iglesia, y el Corregidor exhortó al eclesiástico Al– varez, a nombre de Vuestra Majestad, sobre que con ningún pre– texto desamparase la Doctrina, porque no habiendo otro sacerdo– te en ella, convenía a vuestro Real servicio, y al bien espiritual de aquellos naturales, permaneciese allí hasta que vuestro Virrey, con presencia de autos, determinara lo que debía hacerse.
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