La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
LA VERDAD DESNUDA 479 dujo a Tungasuca (sin duda se encogió, cuidadosamente, ese día de– dicado a vuestro augusto Real nombre para hacer más criminal la traición, y la ofensa de Vuestra Majestad, mayor). Túpac Amaru era compadre y uno de los provincianos más beneficiados del Co– rregidor (10). Sabía que lejos de tener quejosos generalmente le amaban los súbditos; y temió que éstos le embarazasen la consuma– ción del traidor proyecto que había maquinado contra su vida. Aquel mismo día comió Túpac Amaru con el Corregidor en Casa del Cu– ra de Yanaoca Doctor Don Carlos Rodríguez Dávila, cuyo Pueblo dista sólo tres leguas de Tinta; y se comedió el traidor con mucho empeño a acompañarle, pero no se lo permitió Arriaga. Para preo– cuparlos fingió tener orden de vuestro Visitador General, en que se le mandaba darle muerte; y por eso aunque lo mantuvo arrestado hasta el 10 del mismo mes, ninguno se atrevió a defenderlo. 38.-En este estado le obligó el traidor a firmar varios papeles (11), uno para que sus cajeros entregasen setenta y cinco fusiles per– tenecientes a Vuestra Majestad que se hallaban en el cabildo de Tin– ta, su vajilla y la plata sellada existente en Cajas; y los otros, lla– mando a Don Bernardo de la Madrid y Don Juan Antonio de Figue– roa, pretextando que los necesitaba para un asunto grave de vuestro Real Servicio. Estos eran íntimos amigos del Corregidor, y tenien– do su vecindario muy inmediato, pasaron luego a Tungasuca don– de fueron apresados de Túpac Amaru. Y los Cajeros poco cautos en– tregaron, en virtud de la orden: las armas, la vajilla de plata como de quinientos marcos, y en moneda cosa de veinte y dos mil pesos, parte perteneciente a vuestros Reales Tributos, y parte al peculio del Corregidor. 39.-Hecho dueño de esto Túpac Amaru, aseguran que forjó una especie de proceso contra nuestro hermano y tío, y que a su conse– cuencia, le condenó a la pena de horca (12). Púsole en capilla para que se dispusiera a morir, y después de haberle administrado los Sagrados Sacramentos auxiliado del Cura propio de Tungasuca, Don (10) Lo primero es incierto; pero lo segundo muy notorio en el Cuzco y las provincias vecinas. (11) Es público y voz común que lo solicitó Túpac Amaru para ello, y también que se resistió Don Antonio de Arriaga con una animosidad propia de varón constante diciendole: "Si tiene órdenes superiores para prenderme como afirmas, ya no soy Corregidor, ¿con que para qué quie– res mis órdenes?"; pero falseándole su firma, con mucha propiedad, Fe– lipe Bermúdez, su escribiente (de las cuales se hallan algunas en poder de Don Eusevio Balza), despachó el Rebelde cuantas órdenes quiso a to– da la Provincia, y de este modo fueron convocados todos sus vecindarios a Tungasuca. (12) No hubo tal proceso, ni sentencia, pues hasta el fin del aten– tado fingió que procedía confarme a órdenes superiores.
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