La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
490 LA VERDAD DESNUDA bilidad con que los magistrados de estos Reinos (con asombro de sus habitantes) estuvieron viendo padecer a aquel fidelísimo ministro vuestro, sin auxiliarle como pedía su aflicción, y la indiferencia con que sufrieron el desprecio de dos reales provisiones de la Audien– cia de Lima, desobedecidas atrevidamente por el Provisor Don Juan Antonio Tristán, su Promotor Fiscal, Don Miguel de Iturrizarra y el Notario Don Antonio Felipe de Tapia; después de haber atrope– llado vuestra prudentísima Legislación, como los comisionados del Reverendo Obispo, Don Vicente de la Puente y Don Faustino Rivero. 8.-Examínense, Señor, atentamente los documentos números 2, 3 y 4 que acompañan, y se reconocerá comprobado todo lo dicho. Porque en el cuaderno 2, verá Vuestra Alteza a Don Vicente de la Puente (origen cierto de nuestra ruina) ofendiéndome con el mayor arrojo por escrito, sin embargo de hallarme con el mando en la pro– vincia de Tinta, por ausencia del Corregidor, después de haber usur– pado notoriamente la Real Jurisdicción. Allí verá Vuestra Alteza al mismo Puente conmoviendo el pueblo de Yauri; insultando a su ve– cindario con gente armada; quitar la vida a un párvulo; profanar el templo santo del Señor, derramando sangre humana en sus atrios sagrados: extraer de sus puertas a un indio a la cola de un caballo, con rara inhumanidad; prenderlo de propia autoridad a él y a su mujer. Y en una palabra asombrarán a Vuestra Alteza las execra– cions y excesos que cometió este eclesiástico en aquel pueblo el 27 de Abril. Allí reconocerá Vuestra alteza el gravismo atentado de ha– ber dado una bofetada el otro Comisionado de Vuestro Reverendo Obispo, Don Faustino Rivera, a un mozo español llamado Jacinto Me– sa, en su mismo Juzgado. Y allí finalmente advertirá ese Regio Tri– bunal la excesiva condescendencia de Arriaga a los oficios de los ecle– siásticos, deseoso de mantener en tranquilidad a sus provincianos, se– gún más individualmente lo representó todo a Vuestro Virrey en el informe de f . .... (19). 9.-El documento número 3 y siguiente patentizan la injusticia de las conjuras fulminadas contra el Corregidor de Tinta, y el arro– jo con que estos curiales menospreciaron las leyes y reales provi– siones, empeñados en no concederle la absolución que como, buen hijo de la Iglesia estuvo demandado, incesantemente con la ma– yor reverencia, desde el punto que lo fijaron aún conociéndose inculpado; representando la mucha falta que hacia en su Pro– vincia (respecto hallarse acéfala por no tener Teniente) para la recaudación de los Reales Tributos y administración de jus- (19) Queda ya copiado este informe en la cita NQ 4.
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