La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

524 LA VERDAD DESNUDA 74.-Francisco Molina, natural de Chile y vecino de Sicuani, fué uno de los más famosos capitanes que tuvo Túpac Amaru, tan en– sangrentado contra los europeos que el estrago lamentable de San– garara se atribuye principalmente a él; porque aseguran le dijo al Rebelde estas palabras: "Si no acabamos con estos perros somos per– didos". El le aconsejó a Túpac Amaru la prosecución del asedio del Cuzco cuando se retiraba de la resulta de la derrota de Piccho. El fué quien habiendo echado menos allí a dos europeos prisioneros que, precipitadamente pasaron a la Ciudad, lo notificó al Rebelde; y en su consecuencia mandó éste publicar un bando, inmediatamen– te, ofreciendo cincuenta pesos por la cabeza de cada uno, por lo cual fué milagro que escaparan. Se siguió su causa ante el Visita– dor General, y sólo se le impuso la pena de destierro a su Patria, por respetos del Obispo, y por ser pariente muy cercano de la Mar– quesa de Corpa vecina de Lima (38). 75.-Mariano de la Banda fué escribiente de mi tío, y después secretario de Túpac Amaru. Desde Piccho se pasó a esta Ciudad, y noticioso de ello la Junta lo solicitó con exquisitas diligencias para tomarle declaración, considerando fundadamente que nadie sabría co– mo él las intenciones del Rebelde, y quienes fomentaban y protegían sus ideas; pero lo ocultaron aquí de modo que en más de ocho días ni pudieron dar con él; y después lo apresaron en Quiquijana, ca– minando hacia el campamento de Túpac Amaru. Mariano de la Ban– da está impuesto de toda la intriga y sus autores, y debe sufrir la pena capital por sólo el hecho de haberse ocultado en esta Ciudad, y haber intentado volverse a los rebeldes (aún cuando de los de– más indicios pueda sincerarse), y con todo está condenado única– mente a destierro por poco tiempo (39). 76.-En la benignidad de estas sentencias se descubre el influ– jo del Obispo, claramente; pero mucho más en el expediente de Don (38) Malina, además de las gestiones de rebelde que se apuntan, hizo otras bien graves. El capitulaba y dirigía el rosario que los insurgen– tes rezaban todas las noches en Tungasuca, y siempre echaba una salve por la felicidad y buen éxito de las armas de Túpac Amaru. Es hermano carnal de la Marquesa de Corpa, con cuyas recomendaciones y cantidad de marcos de plata en piña que tenía Malina, hizo buena su causa; de modo que ni aun la pena leve de destierro en que lo condenó el Señor Vi– sitador ha cumplido, pues habiéndose presentado en Lima, se restituyó li– bre a Sicuani inmediatamente. . (39) La Banda aprendió a escribir en el oficio del Escribano Pala– cios y, consiguientemente, sus picardías. Nadie sabe como él el origen de la Rebelión y sus autores, más ignoramos si lo confesó. Lo cierto es que él se halla no solamente libre por el indulto general publicado, sino co– locado en el día de escribiente de la Real Oficina de la Aduana de esta Ciudad, con sueldo, por recomendación de Palacios y sus partidarios.

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