La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

LA VERDAD DESNUDA 533 jestad le tiene asignado por un motivo muy ligero, si es que un chisme merece llamarse motivo. Esta resolución no sólo es injusta, sino muy indecorosa a Don Miguel de Arriaga, porque lo supone delincuente; y no habiendo dado mérito para ello, es preciso que tanto este procedimiento cuanto el embargo de bienes de la testa– mentaría de mi tío, los graduemos dimanados de la enemiga de vues– tro Visitador hacia los Arriaga por motivos que no alcanzamos; o derivados de contemplación y condescendencia con vuestro Reveren– do Obispo, que se ha propuesto acabar con ellos y toda su casta, co– mo lo tiene publicado por el órgano de su confidente Puente. 91.-No es mi ánimo, Señor, hablar de la conducta de vuestro Reverendo Obispo del Cuzco más de lo que ofrecen los autos que remito a Vuestra Alteza y sus incidencias; ya porque me contiene el respeto de su dignidad apostólica, y ya porque no puedo yo de– cir tanto sobre este punto, como lo que informaron al Rey y a Vuestra Alteza los Reverendos Obispos de Arequipa y Paraguay (Abadyllana y Fregó) , la Real Audiencia de la Plata, y última– mente Don Antonio de Arriaga en el Documento N9 7 que acom– paña. De resulta de esta bien fundada delación (que como se ha dicho le remitió copiada Borda) se ha hecho hipócrita de fidelidad este Prelado . Ha esparcido muchos papelones llenos de sentimientos de lealtad, pensando deslumbrar con ellos sus hechos y dichos constantes a todo el Perú. Pero ciertamente, Señor que ni este Reverendo Obispo ni cuantos eclesiásticos patricios hay en el Reino (excepción de algunos pocos) son ni serán jamás buenos va– sallos de nuestro Monarca. Y si no examínese la sumaria de f .. ., Cuaderno 9, por la cual se convence la perniciosa opinión en que viven y defienden de que su legítimo Soberano inmediato es el Obispo y mediato al Papa. (45) Con estas ideas y perniciosas impre– siones se ordenan cuantos quieren , sin consultar su calidad, su o– cación, ni su idoneidad, conducidos únicamente del espíritu de co– dicia, viendo que no hay negociación menos trabajosa ni más útil que la que hoy se hace en los altares sagrados del Perú. Por una re– flexión incontestable lo voy a hacer patente a Vuestra Alteza. Ape– nas hay curato que tenga de sínodo mil doscientos pesos; y según las leyes y ordenanzas de estos Reinos, les es prohibido a los pá– rrocos exigir cantidad alguna a los indios por el desempeño de las funciones de su ministerio, que están obligados a hacerla graciosa- (45) Así consta probado por una sumaria de seis testigos que decla– raron ante el Corregidor de Tinta Don Antonio de Arriaga; los cuales oye– ron defender públicamente la proposición a los eclesiásticos Don Marcos Palomino, Don Clemente Henríquez y Don Feliciano Pacheco.

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