La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

LA VERDAD DESNUDA 537 Con este motivo tuvo Arriaga que aprontar gente y víveres, para socorro de Buenos Aire.s, de orden de aquel Capitán General, en cu– yas fatigas hizo un servicio muy distinguido como lo informó a Su Majestad el Virrey Don Juan José Vértiz. Entre tanto finalizó Don Juan Antonio Reparaz los cinco años de su Corregimiento, e intro– dujo instancia en el Supremo Gobierno sobre que pasase Don Anto– nio de Arriaga a relevarle inmediatamente. A su consecuencia se le despachó Oficio al Tucumán, previniéndole que así lo hiciese sin demora, pero habiendo representado a vuestro Virrey Don Manuel de Guirior los graves inconvenientes que podrían resultar al servi– cio del Rey su separación de aquel Gobierno mientras no llegara su sucesor concluyendo con la súplica de que a fin de evitarle los perjuicios que se le seguirían, si se daba a sujeto extraño la pro– vincia de Tinta, se le confiriese a Don Vicente de Mendieta, depen– diente suyo, interinamente; convencido el Virrey de los poderosos fundamentos que le representó, le concedió esta gracia con la ex– presión de: "sin perjuicio de los cinco años, porque tenía concedido el Rey aquel Corregimiento a Don Antonio de Arriaga" (49). En virtud de esta providencia se recibió Mendieta en la Provincia en calidad de Justicia Mayor, cuyo oficio sirvió hasta la llegada de mi tío. 97.-De lo dicho resulta: que el Corregimiento de Tinta para Don Antonio de Arriaga, se debe considerar como de siete años; y consiguientemente que, sin agravio de los indios, pudo repartir la mitad más que sus antecesores; es así que no llegó a la cantidad que éstos; luego es injusto cualquiera capítulo que se le imputare sobre la materia. Pero sin embargo concedamos el exceso inventa– do por la cavilación de los enemigos de Arriaga, ¿serán partes legí– timas para reclamarlo el Obispo, Puente, ni los otros eclesiásticos? ¿Por ventura les hizo a ellos algún reparto? (ojalá no hubiera sido tan pródigo con ellos). Si hubiera extorsionado a los Indios, no hu– bieran llorado su muerte, llamándole padre, como asienta Figueroa; y buen cuidado hubieran tenido de dirigir sus quejas a la Real Au– diencia de Lima, donde no se hallará ni una contra mi tío, como lo tienen certificado los Secretarios de aquel Tribunal y del Supe– rior Gobierno, cuya satisfacción abona la conducta de Don Antonio de Arriaga; y hace muy recomendable su memoria; porque serán (49) El Sefior Visitador General Areche dijo a Balza que esta gracia no la pudo hacer el Excelentísimo Señor Ouirior ; pero la Ley ... Título . . . Libro. . . de la Recopilación de Indias, expresa que las mercedes que hi– cieren los Virreyes sean tan firmes Y valederas como las que dispensa el mismo Soberano. Esto es indudable; Y habiéndose explicado así el Señor Areche, antes de la muerte de Don Antonio de Arriaga, es otro compro– bante de su enemiga hacia un ministro tan benemérito.

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