La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
REPRESENTACION DE LA CIUDAD DEL Cuzco 21 53. La fuga que hacen los indios de sus reducciones retirándose á las montañas, apostatando de la religion, que es lo más lastimoso, ha hecho que no se aumenten los Reale.s tributos de V. M. en su mayor parte, y que falten aquellas asignaciones de mitas que están hechas á los minerales, sobre que son notorios los reclamos de los superintendentes de Potosí y de otros asientos, siguiéndose en uno y otro punto un manifiesto perjuicio al Real Erario, y debemos ex– poner á V. M. que éste es otro de los graves asuntos en que padecen los indios y el Real Erario, porque puestas las mitas en la villa de Potosí y en otros minerales, faltando al cuidado los mineros y go– bernadores de hacer regresar los indios enteradores á sus provincias de su orígen, por no pasar los trabajos en su tránsito se quedan en dicha villa, por lo que carecen los caciques de los pueblos de la tasa de los tributos, y con precision de enviar á la mita en los tercios siguientes otros á quienes no tocaba turno; perjuicios que hacen a– trasar y quebrar á los caciques y arruinan á otras familias, lo que se evitaría con la providencia de mandar que los indios que se que– dasen en la nominada villa fuesen sujetos á trabajar en aquellos trapiches como mitayos de ellos, y libres los dichos enteradores de poner otros en su lugar, sin que para esto hubiese que preceder más diligencia que la de noticiar el juez enterador al gobernador de que los indios no quieren regresar á sus orígenes, porque si han de hacer diligencias judiciales á este fin, el abogado y procurador les piden derechos que no debían ni ellos pueden pagar; y con esta diligencia los mejores agentes para el regreso de los indios serian los mismos mineros, quienes no ponen cuidado alguno por la seguridad que tie– nen de que les han de enterar la mita, aunque los caciques hagan constar con diligencias judiciales de que no haya gente en su pue– blo, como ha sucedido con D. Márcos de Tupa Amaro, cacique de Surimana en la provincia de Tinta, que sin embargo de haber jus– tificado no tener .gente, remitió un sacristan para el cumplimiento de la mita, demandando la falta de un indio, y por ella pidió em– bargo de una piara de mulas que del denominado cacique entraron en Potosí, con más 100 pesos de sus fletes; y esta providencia tuvo cumplimiento, y fué suficiente para arruinar al cacique, y que no pudiese pagar al corregidor los tributos de más de tres años atra– sados por escasez de indios. 54. Padecen mucho con las tiránicas pensiones con que los gra– van los curas y mineros; los primeros en alferazgos, misa de re– novacion y crecidos derechos de entierros, cuyos excesos, que mo– deró D. Ventura de Santadices, han vuelto los curas, saliendo como de re~resa la codicia; y los segundos haciéndoles sacar las botas de
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