La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
22 REPRESENTACION DE LA CIUDAD DEL Cuzco metal de distancia, en que no pudiendo completar la tarea, por no ser castigados alquilan otros indios que los ayuden, trabajando para la paga de estos alquilados los dias que debian tener libres para su descanso; no sólo aquí es la pension á los miserables si faltan dichas tareas, sino que destinándolos al trabajo de panadería y ser– vicio de casas particulares, tratándolos en éstas con mayor rigor y desprecio, destinándose á otros servicios á que no están obligados, y así logran los mineros estas granjerías, no teniendo en qué ocuparlos por la decadencia á que ha venido aquel mineral, agregándose á es– tas pensiones la de no pagarles el leguaje como está mandado ántes de que salga la mita de sus respectivos pueblos, con cuyo importe poderse aviar y conducir hasta dicha villa de Potosí, para cuya fal– ta pasaron los trabajos á que les lleva su miseria; y para que me– jor se venga en conocimiento de cómo se abusa de la mita, se com– prenderá bien por el método siguiente que observan los mineros del Real Asiento de Caillona. 55. Habiendo llegado este mineral á una total decadencia, y no teniendo en qué ocupar á los indios, los mineros les propusieron que dando el importe de la mita en plata quedarían en sus pueblos li– bres de salir de ellos, á cuya propuesta condescendieron por verse libres de la tiranía que padecian en dicho asiento, redimiéndose de ella con pagar 90 pesos cada uno por el año que les correspondía, y han concurrido á autoriz~r este latrocinio los corregidores de la provincia de Condesuyos, de Arequipa y otras, el gobernador y ofi– ciales Reales d~ dicho asiento y caja de Caillona, unidos todos con los mineros, con lo que está establecida la paga en plata sin que va– ya la gente, y cuando se arrienda alguna mita ó trapiche ponen por seguridad y renta lo que tienen el trapiche, segun el número de in– dios á él asignado, y al tiempo que se debía enterar la mita va el capitan enterador ó cacique á hacerlo en plata, que la junta con gran– des fatigas y congojas, por la escasez que generalmente padecen los indios, y preeisados á sufrir la tiranía de corregidor y cura, que am– bos no se ejercitan más que en desolar los pastos para engordar y mantener con escandalosos lucimientos los rebaños de Samaría, co– mo se verá en el tratado de curas. 56. Una de las provincias que tiene asignacion de la mita en la villa y mineral de Guan~avelica es la de Airraces, y en ésta es más antiguo el gravámen y perjuicio de contribuirla en plata los indios, de tal modo que remudándose cada cuatro meses, están dis– tribuidos en los habitantes· de los pueblos y estancias las cantidades que han de satisfacer, que pasan de 6.000 pesos cada año contribui– dos á más de dos mil en tercio, y ha llegado al extremo de que es-
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