La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

24 REPRESENTACION DE LA CIUDAD DEL Cuzco al que se resiste ó excusa coa la falta de dinero, se le ponen vestua– rios y otras cosas de vituperio, tocándoles cornetas y cencerros; de modo que por no padecer la afrenta, venden á prevencion cuanto tienen para esta funcion, que denominan caotaparvi ó despedida, y terminan en sacar la ropa con mucha demasía de precio, y despues en una faena á que los destina el corregidor por una semana, sin contribuirl~s en pago de su trabajo con cosa alguna, resultando en su beneficio y particular granjería. El daño de esta práctica y enor– me delito que en ella cometen los corregidores, no se puede calcular sino con sola la significacion que obligue á concebir sus resultas, y baste decir que el vicio de la embriaguez, á que son propensos los indios, protegido y fomentado por el mismo juez, abre campo á comprender sus consecuentes males, siendo el mayor admitir los corregidores como arbitrio de su utilidad este maldito entable y, continuarle todos sin cortar tan abominable abuso en desprecio de las leyes y ordenanzas, y de la razon de proximidad. 59. En las provincias donde por estos perjuicios ó por la ver– dadera falta de indios se resisten ó escase:m las contribuciones de mitas, se mandan hacer numeraciones o revisitas, en que experimen– tan otros motivos de agravios por el modo con que éstas se hacen, pues ponen en las listas los indios forasteros transeuntes para que no falten del número de la asignacion, y como éstos no tienen arrai– go, se mudan cuando quieren, quedando la pension en los ménos que quedan en los pueblos, y á los que son mayores de edad y que deben ser exentos y reservados tambien, se les incluye en la nume– racion si no pagan al revistador la cantidad que les pide y exige por la boleta ó instrumento de la reservacion que tiene por natura– leza segun ordenanza, causándoles otros gastos de dar pruebas e in– formaciones, así de sus edades, como tambien en los que son nobles de su descendencia, debiendo bastar en los unos la fe de bautismo (por las que les piden derechos los curas, de que no hay necesidad ni de tal papel), si los visitadores, como está mandado, tuviesen á la vista los libros de bautismo, que no lo hacen por desidia, y por esto mismo los más de los curatos se hallan sin los tales libros, ni de entierros ni de casamientos, y en los otros sus propios papeles, y posicion de no pagar tributos, pero nada consiguen mientras no lo vence la contribucion. 60. Aquí resulta el daño que les hacen los corregidores en el descuido de que no tengan los pueblos cajas de comunidad que tan– to encarga en las ordenanzas del reino, pues si las hubiese, saldrían de ellas aquéllos y otros semejantes gastos, y no se librarían, como ahora, comisiones de jueces revisitadores, sin asignacion de salarios,

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