La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

630 LA VERDAD DESNUDA "Además: este Reverendo Obispo se supone tan absoluto que de– fiende, públicamente, puede conocer y proceder en todo género de causas indistintamente contra eclesiásticos que contra legos, de lo cual es buen comprobante el proceso que, en esta ocasión, remito a Vuestra Excelencia; en su Tribunal aseguran se vende justicia, y lo persuade así la desatención con que se miran en él las causas de los pobres, según lo están experimentando los indios de Coporaque en las justas quejas que han interpuesto contra su Cura, Don Vi– cente de la Puente. Este, sin embargo de su perversísima conduc– ta, es confidente del Obispo, y le dispensa el mayor apr~cio, sin duda porque lo considera instrumento a propósito para llevar ade– lante sus delincuentes ideas. Y en una palabra, Excelentísimo Se· ñor, según el modo de pensar de este Reverendo Obispo y sus súb· ditos, son temibles las más fatales consecuencias, si no se aplican oportunamente los más específicos remedios, contra una dolencia que ya aparece incurable". "Yo quisiera, Señor Excelentísimo, no hallarme en el día de beligerante con el Obispo del Cuzco, a fin de que mis expresiones no padeciesen la nota de apasionadas, para que tuviesen todo aquel valor que merece la realidad y justificación de ellas; porque cier– tamente no las ~-riima otro espíritu que el de mi amor al Rey, a su Jurisdicción Soberana y a la Patria. Pero si la alta penetración de Vuestra Excelencia notase algún ardimiento excesivo en ellas, le suplico rendidamente me disculpe, contemplando los justísimos mo· tivos que estimulan mi celo, deseoso de que no padezcan la menor desfalcació:n los Dominios de nuestro Católico Monarca, como es de temer, si no se acude con un pronto remedio. Y para mí no tiene duda que sin embargo de haber dado a Su Majestad, en más de trein– ta años de su Real servicio, testimonios nada equívocos de mi fide– lidad y arreglada conducta, no he contraído mérito de naturaleza tan relevante como el ejercicio y sagacidad con que me he manejado en la versación con este Prelado en la causa indicada". Nuestro Señor guarde la importante vida de Vuestra Excelencia los muchos años que deseo.- Tinta y Julio 11 de 1780.- Excelentísi– mo Señor.-Antonio de Arriaga.-Excelentísimo Señor Virrey Don Manuel de Guirior". Nota.-Aunque esta representación fué dirigida al Señor Gui– rior, se entregó a su sucesor el Señor Jáuregui; porque cuando llegó a Lima ya había dejado aquél el mando del Virreinato.

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