La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
LA VERDAD DESNUDA 637 cibí así por escrito como de palabra, nombrando hasta cuatro veces subalternos que le intimasen mis autos; y como tanta rebeldía y de– testable desidia, me forzaban por instantes a tomar arbitrios más eficaces, le mandé que compareciese en esta Ciudad a darme razón de su conducta, y entre tanto previne a un Cura de aquella comarca que, personalmente, pasase a la Doctrina del reo, y lo trajese asegurado, poniendo en su lugar un sacerdote idóneo; pero al entrar al Pueblo de su destino se tumultuó la gente, ultrajándolo con improperios y amenazas originadas, según infiero, por motivos bastantemente pro– bables de la sedición del Cura y de sus aliados." Para vencer este impedimento que sería en perjuicio de aquella iglesia, reproduje instancia, con apercibimientos graves, al Comisio– nado Cura de Coporaque, Doctor Don Vicente de la Puente, ordenán– dole que puesto en la Doctrina, movida por vicios y fines particula– res, persuadiese a los indios y mestizos sublevados a que dejasen cumplir mis providencias; pero lejos de lograrse los fines que yo intentaba, se obstinó aquel Pueblo en continuar sus ideas inícuas, persiguiendo con piedras al Comisionado y sus criados, y llegó la in– solencia a tal grado que cerraron las puertas de la iglesia, de modo que no se pudo decir misa en aquellos días." "Sin embargo de tanta defensa injusta que tuvo el Cura por par– te de sus feligreses, lo tengo recluso en uno de estos Colegios, y su Doctrina se ha pacificado a beneficio y diligencia del Doctor Puen– te, quien después de hallarse agraviado no excusó oficio alguno con– ducente a la paz; pero fué provocado y ofendido en su representación por un dependiente del Corregidor de la Provincia de Tinta, Don An– tonio de Arriaga, llamado Don Eusevio de Balza y Verganza." "Este, después de haberle escrito varias cartas destempladas, le pasó intempestivamente un exhorto, reprobando el que hubiese ase– gurado en depósito a un indio que causaba la inquietud, y para que se abstuviese de actuar mis órdenes; le remitiese la sumaria que man– dé recibir, viendo mi jurisdicción impedida, y vulnerada la ofendida iglesia y culpados los eclesiásticos de quienes se tenía sospecha ve– hemente de complicidad en la sedición dirigida a la permanencia del Cura en aquel lugar." "Y estas reconvenciones tan irregulares de un sujeto incompe– tentes para practicarlas, respondió el Comisionado que el Corregidor de la Provincia había sido requerido y axhortado por mí (como es cierto) para los auxilios que fuesen necesarios, y que con efecto los había ofrecido para cuando fuesen convenientes; pero que el día del
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