La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
664 OFICIO DE VISITA mando los progresos felices de aquellos negocios, sin que de mi par– te quede pendiente providencia que haya debido dar para su pros– peridad. He dicho el estado en que hallé y quedan las cajas Reales de es– te arzobispado, y para no interrumpir el órden de estas oficinas, seguiré hablando de las demas que de su clase hay en el vireinato. Reglamento de las cajas Reales de Arequipa, y buen órden en que ya están.-Las de Arequipa son, por la entidad de sus manejos, unas oficinas muy principales de este erario, capitales de aquel obis– pado, y que en sí recogen la mayor parte de los rendimientos que contribuyen aquellas provincias, pues aunque hay otras cajas en Tacua ó Arica, son de ménos consideración y cuantía; por eso, y por el desórden en que estaban las de Arequipa, fueron un objeto de mi mayor atención y cuidado, y emprendí el arreglo, como ya lo están desde el año de 83, en que erigí la administracion de alca– balas, de que hablaré luégo separadamente, señalé número compe– tente de oficiales á las cajas. indicando la distribucion de valores que debía haber entre ellas; y como todo consta del reglamento que pasé á V. E. con el núm. 276, no le molestaré con repetir mis provi– dencias, que ya S. M. tiene aprobadas, y la experiencia va acredi– tando por el desempeño, que será más fácil con la presencia y celo del Intendente. Las de Tacua reconocen al mismo, y no se ha notado allí ne– cesidad de darles mayor auxilio de empleados; pero el corto valor de los productos, reducido cuasi á alcabalas, me hace conocer no son necesarias, siempre que su falta sea conciliable con la Callana y demas atenciones que exige el mineral de Guantajaya, y por esto he prevenido en la instruccion que dí al Intendente, observé estos puntos, y me informé para tratar de su extincion, que si llega á experimentarse, será subrogando un buen administrador de alcaba– las, para que cuide de su cobranza y del puerto de Arica, que es la principal atencion, y de este modo debe contarse con que todas las oficinas de esta clase del obispado de Arequipa tienen recibido todo el arreglo necesario sin que se extrañe la caja de Cailloma, que incorporada desde la rebelion en Arequipa, no ha exigido conside– raciones separadas, aunque deberá tenerlas, si como pretenden los ministros de aquel partido, se restablecen aquellas oficinas, lo que podrá discernir el respectivo intendente, y calificar la junta supe– rior, sin que esto exija alguna particular accion de la superinten– dencia, ni pueda contarse como un cuidado que haya dejado yo pen– diente en la visita.
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