La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
666 OFICIO DE VISITA Creacion de las cajas Reales de Guamanga para el estableci– miento de intendencias, y reglamento para su gobierno.-En Gua– manga no hubo cajas en lo antiguo, y hallé una administracion de rentas por mi antecesor, y aunque busqué el expediente de su crea– cion para certificarme de sus progresos y de las partes todas de su ereccion, no encontré lo actuado en este punto, y reconocí en des– cubierto aquel manejo, esto es, sin fianzas del administrador y sin que el método ni las ordenaciones de cuentas se venciesen como co– rrespondía; pero no deseando yo proceder á destruir oficinas, sino á su arreglo bajo de un asegurado conocimiento de su instituto, la– bores y progresos, traté en formal expediente con el Tribunal de Cuentas de poner en claro estas partes y las ventajas que se pudie– sen esperar de aquella forma de administracion. En vista de esto, me urgieron las consideraciones que llevo di– chas en cuanto á la administración del Cuzco, y tiré mis ideas en el modo congruente al plan de intendencias y sus ordenanzas, y co– mo en aquel obispado debian erigirse indispensablemente dos, una en Guamanga, capital del obispado, otra en Guancavelica, con aco– modada agregacion de partidos que sirviesen de auxilio á las impor– tantes atenciones de la mina de azogues del Cerro de Santa Bár– bara, tambien era preciso erigir oficinas de Hacienda en Guamanga y Guancavelica, precaviendo el inconveniente de que la tesorería de aquella capital no fuese un embarazo á la existencia de caudales que necesita la otra villa. Con todos estos respetos y miramientos erigí en Guamanga caja Real con sus respectivos ministros, agregándole l~ provincias ó par– tidos de Guanta, Vilcasguaman, Lucanas, Andaguaylas y Parinaco– chas, los cuales han de rendir sus enteros en aquella tesorería, y se– ñalé los ministros y subalternos precisos para el buen servicio de aquella oficina, donde vinieron á trasladarse todas las atenciones que en lo general de Real Hacienda eran propias de la antigua caja de Guancavelica, y porque ni á ésta hiciesen falta los caudales para el trabajo de su mina, ni en el método de suministrarlo la otra hubiese confusion prescribí reglas y formé los reglamentos que remití á V. E. con el núm. 373, y por experiencia he visto que sólo ha ocurrido una ú otra ligera duda, que al instante se ha aclarado, y era indis– pensable por los cargos pendientes en Guancavelica. Establecimiento de la contaduría de azogues de Guancavelica.– En esta villa babia cajas Reales, y desde luégo conocí mejor el eri– gir allí una contaduría de azogues; como que ésta debe ser su prin– cipal y más extensa atencion, y por lo mismo, la oficina de Hacien-
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