La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

ÓFICIO DE VISITA 673 partes, que son el arreglado manejo de las oficinas y la puntual y exacta recaudacion de los ramos para dar razon de los que en aqué– lla ocuparon el particular encargo de algunos artículos, daré la que me corresponde de las alcabalas y almojarifazgo, segun los artícu– los 20 y 21 , que son los que siguen en el órden con que los he ido tratando. Son sin duda estos ramos de los más principales y pingües del erario, y como en los mismos artículos se previene el estado de ad– ministracion en que corrian ya, y era justo mantenerlos, ha sido todo mi cuidado el arreglo de las oficinas y empleados, y la ex– pedicion del manejo, y puedo asegurar á V. E. que no ha habido día en que no se despachen muchos expedientes de alcabalas, ni será fácil, entre miles de ellos que han ocurrido, individualizar yo ahora los que han dado regla general para la expedicion del des– pacho, y conciliar el alivio del comercio con la justa cobranza de los Reales derechos; pero iré entresacando lo más principal, em– pezando por las oficinas, para concluir despues con algunas de las providencias que · en lo sustancial se han dictado para el buen go– bierno en la exaccion. Entre las oficinas era la primera la direccion; pero á pesar de los motivos con que se pidió á S. M. el jefe que la había de gober– nar, y del Real título y órdenes con que vino autorizado, lo hallé sin ejercicio por la·s disputas que se susci,taron, y motivaron la Real órden de 26 de Febrero de 82, que habiéndome llegado cuan– do ya tenía principiado el expediente, quedó prontamente cumpli– da con el reglamento que formé y remití á V. E. con el número 46. Fué una parte de dicho reglamento el establecimiento de la con– taduría de alcabalas que juzgué precisa para desempeño de la di– reccion, y miéntras ésta permaneció, ejercité todo mi celo en con– tener las disputas que el demasiado apego del administrador de la aduana á ser solo en el mando acasionaba y á más del ordinario despacho de los negocios, fué bien conocido el efecto de mis provi– dencias en la expedicion de las cuentas que el contador D. Nicolas Sanchez Sirgado halló rezagadas de todas las administraciones y receptorías del virreinato, que desde el año 80 y hasta del 84 tiene ya vistas, fenecidas unas, glosadas otras, y en estado de pasarse to– das al tribunal por el córte que tengo dado en este asunto de que informaré á V. E. más por menor cuando estén concluidas las dili– gencias y testimonios con que debo hacerlo, y en el ínterin anti– cipo esta insinuacion, y la de que en estos meses quedará entera– mente concluido este negocio, v en todo el año siguiente estarán

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