La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

700 OFICIO DE VISITA ba útil para mejorar la negociacion, y siendo uno de mis pensamien– tos el del establecimiento de la intendencia de aquella villa con agre– gacion de la isla de Tayacaja, lo vi despues aprobado por S. M. y está ya verificado con las felicidades que hasta ahora nos promete el celo del ministro comisionado, á quien Dios reservó los dichosos ha– llazgos que nos ha participado, y á que me lisonjeo haber contri– buido, tanto con mis propuestas como con mis instrucciones, y me refiero á lo que en el particular de la mina le dí, y á V. E. he remi– tido con el núm. 375. En cuanto á las cajas Reales de la misma villa, tengo ántes di– cho el establecimiento de la contaduría de azogue, en que las con– vertí, y sólo añadiré aquí que habiendo muerto los mineros jubila– dos, redimió ya el Rey esta pension, y por lo que hace al precio y expendio de los azogues, se sigue en aquél el de 60 pesos que S. M. últimamente se dignó señalar, y en éste las reglas que apunté en mi informe núm. 3 de la correspondencia de este ramo, en que doy noticia de las cajas donde se vende, de las dificultades que ha te– nido el hacerlo por menor, y de las que tambien han ocurrido pa– ra llevar con rigor la fianza del correspondido, y como los planes que á dicho informe acompañaron demuestran la puntualidad con que en el todo ha salido éste, y lo más 6 ménos que resarce de la pérdida en el precio del azogue, según las diferentes comparacio– nes que allí iban, no molestaré ahora á V. E. con la repeticion de estas noticias, que sólo recuerdo para manifestar la claridad en que todo se ha puesto por los esmeros con que he procurado cumplir las Instrucciones de visita. Los mismos me han debido las posteriores órdenes que V. E. me ha comunicado para el descubrimiento de nuevas minas de este ma– gistral, y á esfuerzos de mi proteccion y contínuas diligencias se están trabajando, una en las inmediaciones de Guamanga, dos en el partido de Guarochiri, y se intenta hacer lo mismo con otra junto á Guanuco, siendo todas diferentes de las tres que ántes cité, des– cubiertas por Coquet en Tarma, y aunque de ninguna puede decir– se haya una sólida y acreditada esperanza, no faltan indicios que la lisonjeen, especialmente en la de Guarochiri; pero son muy fa– libles estos anuncios para poder yo con ellos asegurar á V. E. la f~licidad que deseo, y no sería prudencia anticipar desde ahora. Dase razon de las oficinas y estado de la villa de Potosi, de que hablan las Instrucciones de visita.-Ya he advertido el justo moti-

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