La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

706 OFICIO DE VISITA porcion que el Banco tiene para dárselo fiado, sin ningun riesgo en su valor principal y correspondido, de que es buena prueba no ha~ berse perdido un real en tantos miles como importaron las antici– paciones que en mi tiempo se hicieron en esta especie, y molestaré ahora á V. E. con otras muchas combinaciones y fatigas que em– pleé para arreglar el expendio de este precioso magistral. Lagunas de la villa de Potosí, sus reparos, y órden establecido para la justificacion de sus gastos.-Son en Potosí las lagunas que proveen de agua para el sustento de la villa y molienda de los in– genios, uno de los puntos que más cuidado piden, como que sin aquellos depósitos pararia el trabajo de los mineros, y para evitar– les este funesto ahogo, las visité y reparé anualmente, y construí una nueva, y con igual penalidad y esmero visité cada año el mineral; promoví máquinas y otros proyectos que se hicieron, y ansioso siem– pre de adelantar la minería, fundé la Academia Metalúrgica, cuyas ordenanzas aprobó S. M.; y aunque la falta de sujetos instruidos no hizo tan pronto y visibles los adelantos que yo deseaba, no dejó de haber algunos, y los procuré siempre á costa de mi peculio y de mi contínua asistencia á las juntas y experimentos. Ahorros de la sisa en Potosí.-Para la conservacion y reparo de las lagunas está destinado el ramo de sisas, pero su manejo era bien desordenado, y así cuidé de arreglarlo, y sin permitir se hicieran en mi casa los gastos que mis antecesores habían sacado de este ramo, dí reglas para justificar los de las lagunas, y logré desempeñarlo, de modo que, áun habiendo hecho la que ya dije nueva, dejé más de dos mil pesos caidos de los siete mil quinientos en que puse arren– dado el ramo. Propios de la villa de PQtosí, y gastos que sufragaron para obras públicas y otros urgentes en la rebelion de que da noticia, manifes– tando los riesgos de aquella villa, y la quietud en que se mantuvo, sin oirse jamas queja contra las providencias de la visita.-Los <le– mas ramos públicos son en aquella villa muy cortos, pero tan mal cui– dados como en todas, y aunque dejé pendiente á mi sucesor la liqui– dacion y encargo de estas cuentas, no olvidé dar algunas providen– cias de reforma, y por este medio tuvo para concluir la obra de la plaza, que le faltaba un lienzo, y poner reloj, que no lo había en la villa, y áun con un corto empeño que contrajo el Cabildo, sufraga– ron sus propios á los gastos más urgentes y cuantiosos de la rebe– lion, con cuyo motivo arreglé los batallones de milicias, levanté una compañía de caballería y otra de artilleros, cerré la villa con trin-

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