La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
REPRESENTACIO~ ,DE LA CIUDAD DEL Cuzco 37 diva o regalo de aves, borregos y otros comestibles, que todo es á correspondencia de la posibilidad de novios y padrinos, sin que se verifique casar de balde a ningun indio tributario por pobre que sea, ni que baje la contribucion de los derechos de ocho pesos, fue– ra de las proclamas, arras, ofrecimientos y cera, que en los que es– tán acomodados crece y sube sin tasa ni medida. 90. De esta práctica tan contraria á los santos concilios y or– denanzas, resultan infinitos males, porque en los que son de menor edad quedan las resultas de reclamar de la fuerza que se les hizo, y del engaño con que les dieron la mujer, y en los adultos es co– mun la separacion inmediata de la que les tocó, y por esto andan muchos indios vagantes, que se ausentan de sus pueblos porque no les obliguen á la vida maridable con la compañera que no apetecie– ron, y con grande libertad buscan otra donde no les conocen, y se casan ocultando el anterior casamiento cuando se huyen con la mu– jer que les agradó, y corren por casados adonde llegan hasta que les descubre alguna casualidad ó riña que entre sí tienen en la oca– sión de sus embriagueces, y entónces C'On gran prontitud los casan los curas por tener lo derechos de la funcion, que los exigen de los amos á quienes sirven, si ellos no los tienen, sin hacer aquella ave– riguacion que deben de su orígen y libertad, en que hay mucha condescendencia en muchos curas, con lo que se aumenta el deli– to en los contrayente; pero cuando sean libres, y muchísimos indios en los pueblos, y abundan más en las punas, que viven amanceba– dos por no tener los derechos que les han de llevar precisamente por el casamiento. 91. Es cosa notoria en varios curas la solicitud que ponen en que les traigan los muchachos de las estancias retiradas y las mu– jercitas con aparato de doctrina, y los encierran juntos para que la aprendan y se concierten á casarse, y cuando algunos curas los se– paran y ponen en cuartos que llaman depósitos, .suele se:r con otros indecentes fines, de cuyo medio usan mucho con las de los pueblos, que las apartan de sus padres con el título de que tengan libertad en elegir marido, de que se han visto notables excesos, como son re– gulares, siendo los depósitos en las mismas casas de los curas, en que las afligen para que más prontamente lleguen á casarse y se verifiquen los derechos; y si no tienen modo de pagarlos, les bus– can padrinos y obligan á éstos á que paguen por ellos. 92. Es imponderable la codicia de los curas que delinquen en este procedimiento, y lo cali~icarán algunos casos modernos, que son
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