La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes
4Ó REPRESENTACIO~ DE LA CIUDAD DEL. Cuzco barrio, de que se han originado muchas pestes; pero si el que mue– re es sujeto pobre, destituido de bienes, y de ningún pariente, es mayor la lástima, pues queda expuesto su cuerpo al desprecio, y sue– len colocarle en una capilla o casas francas que hay en los cemen– terios, hasta que se junte limosna para enterrarle, y en el ínterin ~e corrompe ó se le comen los perros, de que pudieran referirse muchos casos. 98. Pero ~rnnque para pretender los curas la paga de derechos de entierros de españoles, mestizos, indios nobles, se pueden valer de los ~rranceles, que no observan, es más tirana la pretensión de cobrar de los indios tributarios, sus mujeres é hijos, porque estan– do éstos exentos, y declarando que los hayan de enterrar de balde, por la contribución del tributo que han pagado, de que se les de– duce el sínodo que se les da, es cobrar duplicadamente el entierro, con preciso cargo de restitución, de que quieren evadirse con el pretexto de la pompa funeral, sin advertir que la que es correspon– diente á esta clase está igualmente declarada en la ordenanza, y que cuando hiciesen alguna, la tienen ya anticipadamente pagada; pues sin embargo de esto, les exigen y cobran excesivos derechos, regulados tambien por los bienes que dejen, y cuando no los tie– nen, les hacen los entierros en los campos santos ó cementerios con cruz baja, y no ha faltado cura que cometa esta función al sacris– tan, hallándose ocupado en diversiones ilícitas que le llaman más la atencion que á la obra de misericordia que lo contraía a enterrar– lo además de la obligacion de su empleo, pero cuando no estuviese pagado por su empleo, lo está de más por este modo. 99. Todos los años renuevan los indios á su costa la iglesia y casa del cura; si se cae una ú otra las levantan por faenas sin dar– les jornal, porque dicen tienen obligacion para ello, olvidándose de las rentas que tienen las iglesias y lo que produce la fábrica, no contentándose con tener casas moderadas, sino con extensió;i de vi– viendas para huéspedes, hermanos, parientes y compañeros,· cuya pension hizo mayor un cura sobrino de un obispo. 100. Es digno de lamentarse el ver comunmente que cuando muere algun indio tributario pobre o su mujer, y tengan hijos me– nores, les toman los curas en prendas por el entierro, y más si son mujercitas, para venderlas ó regalarlas á personas de su indecente conexion, para que se sirvan de ellas como esclavas, sin permitir las recojan y críen sus parientes, de quienes las extraen para este fin y hacer granjería, la que por otro término pudiera ser caritativa diligencia en su educaciori · y refugio.
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