La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

REPRESENTACION DE LA CIUDAD DEL Cuzco 45 hace conducir presos al pueblo hasta que los pague, 6 pone en ha– ciendas ó destinos, sin que para estos casamientos sean necesarias amonestaciones ni otra diligencia que una corta pregunta al concur– so de su libertad, en que padecen muchos errores, siendo como son regularmente indios forasteros que se fueron fugitivos de los pueblos, ó por delitos que tuvieron, ó huyendo de la temeridad del reparti– miento de los corregidores y tiranías de sus curas, llevándoles á esto el aumento de derechos, y no la verdadera union del matrimonio; Y aunque en los de tierna edad pudieran omitir los casamientos, tam– bien los ejecutan y fuerzan á ellos, eligiéndoles los mismos curas las mujeres, de que se siguen perniciosas consecuencias. 112. Ponen óleos á las criaturas que muchas veces pasan por el bautismo que les ha hecho el fiscal ú otro pasajero con ignorancia, y toman raztm de las que han muerto para cobrar á sus padres los derechos del entierro, que tuvo anticipado el fiscal, como de todos los demás que hubiere enterrado, averiguando los cuerpos que ha– yan sido mayores y menores, para que se regule la paga; y ha su– cedido que dudándose en alguno la edad, se le ha desenterrado y me– dido los huesos para computársela, y perciben los derechos en di– nero ó ganados y frutos de los inmediatos interesados del difunto si éste no los dejó. 113. Como en todo el año no tienen instruccion ni enseñanza de la doctrina, los habitantes de las serranías se encuentran sin saberla y es muy corto el tiempo de los ocho dias para aprenderla, áun cuan– do se la fuera á enseñar, que está muy distante de hacerlo; piensan sólo en la codicia é ilícitas diversiones; pero contra aquel impedi– mento les obligan á confesar y comulgar, ignorantes los muchachos de uno y otro sacramento, y que cumplan con el precepto anual, siendo muy digna de lamentarse la inteligencia en que están de que así como pagan al cura las misas y óleos y entierro, les es debida la paga de la confesion, y les llevan y ofrecen al tiempo de confesarse, y mucho más si lo hacen con los clérigos y ayudantes que llevan, y éstos suelen ser de menos instrucción, y extrañan cuando no se les da y le piden como preciso derecho. 114. ¡Cuánto pudiera decirse de otras muchas cosas menudas que ejecutan los curas en estas visitas, y los excesos de sus ayudan– tes cuando se destinan á ellas! pues siendo éstos regularmente clé– rigos y particulares, muchos de ellos de conocida ignorancia ó frai– les de la misma, que por no vivir en la observancia de sus religio– nes solicitan estos destinos, cometen muchas demasías, y procuran lucrar separadamente de la cuenta que han de dar al cura propio, porque les quede con qué regalar á sus prelados que les consienten

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx