La rebelión de Túpac Amaru: antecedentes

REPRESENTACION DE LA CIUDAD DEL Cuzco 49 blicos desprecios para que los vituperen los demás convecinos, te– niéndoles por de poco valer mientras no pasan por estos que llaman cargos y obligaciones de los pueblos, y cuando ha pasado el turno, en general vuelve á recorrer de nuevo, y así hay sujeto que llega á repetir tres y cuatro veces estos costosos y pesados gravámenes, en cuyas elecciones suelen vengar sus rencores y temas particulares. PUNTO SEPTIMO.- SOBRE DOCTRINAS Y SERVICIOS EN QUE OCUPAN A LOS INDIOS 125. En la enseñanza é instruccion de la doctrina hay curas muy celosos y prolijos que han formado catecismos muy claros y adecua– dos á la menos viva comprensión de los indios en su propio idioma; pero es muy raro y singular el que observen las ordenanzas y par– ticulares encargos de que les instruyan en la lengua castellana, por cuya falta hay pueblos donde absolutamente no se oye ni nombra; y es cosa notable, que despues de dos siglos y medio de conquista de un reino, rio se haya introducido enteramente el propio lenguaje de los dominantes, cuando suele ser la primera idea y diligencia para que los naturales se hagan á su estilo y olviden sus antecedentes cos– tumbres, lo cual nace del descuido en la enseñanza á los pequeños, y que no se pongan las escuelas y preceptos que tambien están pre– venidos y mandados establecer por las ordenanzas, encargando la no– minacion al sacerdote doctrinero, señalando la contribucion que se le debe dar, sacada del comun; y hay muchos curas, que oyendo es– ta nota, responden que quisieran no hubiese en sus pueblos ningun español, porque les fiscalizan la virtud de su manejo con los indios, y que no es bien que éstos sepan hablar la lengua castellana; pero hay más particular empeño en algunos curas en la solicitud de que asistan los indios á la doctrina, para que no se queden exentos de la contribución en que les ponen, de que les lleven las leñas y otra'S cosas cuando vayan á la doctrina y los hijos á la doctrinilla, y en ella suelen exigir á los que les son deudores por sus obvenciones, y ponerlos en encerramiento y prision, que regularmente la ponen en los bautismeros, juntos hombres y mujeres, donde los encierran por deudas y para que se casen, de que han resultado casos escandalo– sos y horrendos, porque se han llegado á ahorcar de aburridos. 126. Valiéndose muchos curas de la ocasion de la doctrina á que convocan todo su vecindario para las listas y distribuciones de sus negocios y granjerías, que genernlmente las tienen en el ma– nejo de charcas ó haciendas, ó en los trajines y viajes que les enco– miendan, que todo se ejecuta con las que llaman faenas, que se re-

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