La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN Dl:: TÚPAC AMARU 141 mento cortante al Oficial Mayor Don Pedro Torre (que queda en es– trechos de muerte) y si éste, el Administrador, y los demas que asis– tian -en aquella casa, no hubieran logrado la felicidad de poder sal– var por sus paredes hasta parar en la casa del Chantre Pon Antonio Ventura Valcarcel, hubieran sido sin duda alguna victima sangrien– ta del despecho de aquella gente despechada. El Corregidor Don Baltasar (Sematnat) ocurrio la mañana del siguiente día 15 a reparar, cual le fue dable lo sucedido, fijaI1do al mismo tiempo distintos carteles en varios lugares, encaminados to– dos al designio de pacificar las gentes, de sosegar sus irritados ani– mos, y de prometerles que tendrían fin aquellos nuevos derechos que en la Aduana se hubiesen introducido, con el aditamento de que ésta quedaba ya suspensa; y asi mismo el que el haberse prevenido a los Curas del distrito de dicho Corregimiento de Arequipa, el que de orden del Señor Visitador diesen razón de los sujetos zambai– gos y cholos que en sus territorios habían, era sólo para el fin de que se supiese los vasallos leales que tenia la Real Persona en di– cha Provincia; mas no para imponerles otro gravamen. Lo que des– de luego fue en el Corregidor una resolucion muy acertada, y con– ducente a la pacificacion de las tales gentes tumultuarias, respecto de que les es a éstas muy sensible el que se les quiera sujetar a la satisfaccion de tributos, que jamas han contribuído los zambaigos, y cholos." "Mas nada de esto fue bastante para aplacar los espíritus in– quietos tumultuados, pues la noche de aquel día 15 procedieron és– tos con insolente despecho a asaltar la casa del Corregidor Don Bal– tasar de Sematnat, q,1ebrantando con terrible violencia sus puertas, destrozando cuanto encontraron, y llevandose sus muebles existen– tes en ella, igualmente cierta porción de fusiles que había. Y si hu– biesen hallado al mismo Corregidor y a sus familiares los hubieran indubitablemente destrozado; pero como son prudente precaucion se hubiesen separado y acogido ocultamente al Convento de la Mer– ced, consiguieron con ello el salvar sus vidas. Y aquella misma no– che pasaron los tumultuados a la tienda de mercancía de Don Jose Canderros (que es un comerciante honrado) , y por sólo tener éste introducción en la casa del Corregidor Don Baltasar, lo conceptua– ron con error que era cajero suyo, y se precipitaron al exceso de quitar sus puertas, y saquear cuanto en ella habia que en mi con– cepto podría ascender a cuarenta mil pesos." "En este estado al siguiente día 17 salió a luz el Corregidor Don Baltasar; y segun supe, por mera noticia, empezo a dar las provi-

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