La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

146 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU rrada con el fin de que lueg_o que se sintiese el primer golpe á la puerta, poderse pasar con. toda su familia al Palacio del Sor. Obis– po para cuyo fin estaban prevenidas, y aun puestas ya las escalas por estar contiguas. El Caudal que habia en su casa, á excepcion de la tienda que no huvo tiempo de recojer, estaba ya bien asegura- . do. Dexaron este proyecto, y de la Calle de Mercaderes pasaron á la Carcel, echaron todos los presos, y despues de esto ·iban á dar so~ bre las Caxas Reales que no tubo efecto por falta de tiempo, ·pues ya eran mas de las quatro y media de la mañana. En esta confusion y sobresalto se pasó aquella noche del dia quince y mañana del diez y seis. El Correg.r se retiró al amanecer al Cavildo adonde paso todo el Vecindario noble a ofrecer sus fa– cultades y vidas en defensa del Rey y de la Ciudad. Se alistaron to– dos prontamente, y se pusieron en el mejor estado de defensa que fue posible. Dn Mateo Cosio como Coronel de Cavalleria dio orden para juntar todo un Regimiento y en efecto la mayor parte estuvo en la Plaza á las qµatro ·de la tarde. Conociose entonces que _ la gen– te del Campo no fue la dél tumulto de la noche anterior, ni intervi– no en los saqueos; y se av.eriguó que había sido la gente mas ple– beya de dentro de la Ciudad que se conmovio con el tumulto de la Aduana; si bien no se sabe que sugetos dispusieron el Motín que estuvo desordenado por la multitud de la turba. Se van haciendo · muy en secreto las averiguaciones que corresponden para castigar á los q.e resulten culpados. Tomada esta resolucion, se mandó que con las siete Compañías de Cavalleria que se juntaron á las quatro de la tarde del dicho dia diez y seis, se cubriesen todas las entradas de la Ciudad; Y la In– fantería que solo tenia con armas y en estado de defensa dos Compa– ñias, se quedaron en la Plaza para ocurrir adonde la necesidad lo pidiese. Los recelos eran de que la gente de las Chacras, y principal– mente la de tiabaya, cuyas Compañías que son dos, aun no habían querido venir, ni obedecer, y la de toda esa Vanda diesen contra la ciudad: y consiguientemente se desconfiaba de toda la tropa de Ca– vallería que son Chacareros. A estos cuidados se agregaba tambien el justo recelo de un levantamiento de Indios de la Pampa, Y por tanto desde la oracion hasta las nueve de la noche hizo Cosio una ronda general por todo el recinto de la Ciudad con una .Compañia de Cavalleria; acompañandole Pober, y otros dos amigos. Dexado todo sosegado, y en la Pampa no habia novedad; pero luego q.e fue restituído a la Plaza, le avisaron a la misma hora de las nueve que las dos Compañías de tiabaya estaban al canto de la Ciudad. Pasó

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