La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

148 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU siegas. La amenaza no ha tenido efecto hasta hoy que son las sie– te de la mañana del dia veinte y uno, y es q.e no ignoran el estado de defensa de la Ciudad con los Regimientos· completos de Cavalleria e Infanteria. Hoy de las nueve a las once de la mañana de dicho dia, huvo una Junta de Oficiales en que concurrieron varios Abogados, los Ofi– ciales Reales, y algunos Capitanes de Exercito que hay aquí para de– terminar la custodia que se ha de poner desde esta noche. Quedan sobre las Armas dos Compañías de Infantería, y otras dos de Cava– lleria ocupando todas las entradas. Se espera que esto quedará so– segado, aunque por algun tiempo es bueno que se viva con precau– cion por conocerce el caracter de los Indios que solo se valen de la traycion. Uno de los grandes motivos y mas principales que conmovieron a las gentes del Campo, y Pleve de la Ciudad contra el Correg.r fue la orden que le vino del Sr. Visitador para empadronar no solamen– te á los Indios naturales y forasteros, sino también a los Zambos, Cholos, & que han creido era para pagar tributo. Esta diligencia sera preciso que se suspenda por mucho tiempo, o que no se piense en tal cosa, porque siempre se veran los mismos inconvenientes que se están experimentando. Arequipa, Enero 21 de 1780. (N.Y.P.L.R.C., Tomo I, pp. 85-89) . Muy Señor mio:-Ayer ocho del corriente se sublevo este pue– blo de Huaraz, cabeza de provincia donde resido, juntandose mas de dos mil hombres de tumulto en un cerrillo que e.sta a sus con– fines, y por si podia contenerlos allí, mande convocar a los Oficia– les de milicia de este Regimiento, los que negaron su concurso; Y en este desamparo arbitre pasar solo a inquirir la causa de la su– blevacion, y antes de hacerlo se pusieron todos en movimiento, Y mande convocarlos a la Plaza, donde concurrieron armados de re– jones, espadas, dagas, palos y piedras, y presentandome en medio del tumulto tambien solo, les pregunte la causa de la sublevacion e hice rindiesen las banderas que batían, pero sin contestar cosa for– mal, me tiraron diferentes piedras con que h1quietaron al caballo