La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU 151 ha dado por queja, ni podia darla, el gravamen que se ha impuesto a los Indios para mi salario como antes había certificado falsamente a pedimento del Licenciado Don Juan Bazo y Don Antonio Enderica. -Dios guarde a Vuestra Señoria muchos años.-Huaras y Febrero nueve de mil setecientos ochenta.- Besa la mano de Vuestra Seño– ria su mas apasionado, seguro servidor.- El Marques de Casa Her– mosa.- Señor Visitador General Don Jose Antonio de Areche". (A.G.I, Audiencia de Lima, Legajp 1039). 42. ;. 1780-11-27. "Muy Señor mio y venerado dueño:-Me ha parecido convenien– te escribir a Vuestra Señoria lo que me parece acertado en orde~ al enunciaqo moyimiento de esta Ciudad; porque todos estamos obli– gados a servir al Rey con todas nuestras fuerzas y arbitrios, porque no me es por otro lado muy facil resistir los apremios de mi amor a mi Patria; y, ultimamente, porque conociendo desde niño la viveza y sagacidad de Usia, puede desde el destino en que se halla guardar– me la vida, si ejercita sus facultades .con el tino que exigen las cir– cunstancias de este Pueblo. Para mí es indubitable que mantenien– dose quieta esta Capital, todos los restantes alborotos del Reino son momentaneos y de muy debil espíritu; mas si llega a romper el Cuz– co, todo el País es enemigo". "A la verdad, yo creo, firmemente, que esta antigua Corte es en el dia, y fue hasta aquí el centro y corazón de los Indios, y por des– contado es una poblacion que juntara, a una voz, cincuenta mil hom– bres; que esta en situacion defendida por naturaleza con doscientos de ellos, y tan escaso de buenos españoles que no hallo treinta que resistan. Hoy estamos en la fatal constitución de hacer estas reflexio– nes melahcolicas, porque nos vemos envueltos en pasquines, grose– ros si, pero respetables. No soy ni sere jamas de la superficial opi– nion que atribuye la causa de ellos a las aduanas, impuestos y <le– mas tributos para Su Majestad. No señor; no hay nada de esto en mi dictamen. Un Corregidor y un Cura les quitan (a los indi os), a cada paso en todas partes hasta el ultimo alimento; y todo ello viene a reducirse a una queja particular, y domestica. Cuando mas los nue-

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