La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

158 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU perimentan; y tambien contribuyen con centinelas en todos los fuer– tes y lugares destinados para las avanzadas sin estipendio alguno. No he sabido que se cobrase el cuatro por ciento de alcabala en pueblo alguno de esta jurisdiccion desde que cesaron de adminis– trarla los Oficiales Reales; pues aunque se dijo que en tarma no se había señalado sino el cuatro (es preciso hablar claro) se cobraba alli y en muchas otras partes mas que el diez y el doce por ciento, pues por una carga de harina, cuyo precio son seis pesos poco mas o menos, se llava un peso, y respectivamente en otros frutos y efec– tos segun lo que comunmente se expresaba con lamento y exaspe– racion, sobre que por via de Concejo hice varias insinuaciones. Los Ministros se santificaban y todo el Pueblo decia lo contrario a lo que ellos exponían, y esta es la verdad". "Supuesto lo dicho atiendo a que es continuo el alegato de ser la Provincia frontera de los servicios que hace al Rey, con este mo– tivo, y de lo que contribuyen sus minerales; reflexiono tambien que en el dia esta tan dispuesta a inflamarse como la materia mas com– bustible, llevo por otra parte la consideracion a que debo promover el aumento de la Real Hacienda y a lo que a esto excitan las circuns– tancias de la guerra y lo demas que Vuestra Señoría enuncia con mucha discrecion". "Todo me sirve de perplejidad, temor y desconfianza, parecien– dome que puedo errar por cualquiera rumbo que tome sobre hacer novedad en la exacción de mayor a menor, y confieso sencillamente el poco fondo de talentos que me asiste para discernir". "El amor al Soberano me inclina a aumentar su real haber, la misma causa me impele a no dar un dictamen del cual en lugar de aumento se siga disminucion por los recelos insinuados. Ignoro si el rigor de derechos aumenta el Real Patrimonio o si la libertad en el comercio es mejor medio de acrecencia; solo puedo afirmar que toda protección a la minería y a los Pueblos que la auxilian redun– da en beneficio del Hey. En este conflicto tengo un gran consuelo que es hallar en Vuestra Señoría un distinguido talento, una comple– ta instruccion y un celo el mas acreditado; y remitiendome a lo que puedan determinar estas tan sobresalientes y conocidas prendas, lle– vo la seguridad de ver el acierto con que procedera Vuestra Seño– ria en todo tiempo sin tener en alguno necesidad de oir mis rudas expresiones y que unicamente pueden ser tolerables en lo que pen– da de un conocimiento material y práctico como el que llevo expli– cado en todos los puntos que prescribe la orden de Vuestra Señoria".

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