La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

164 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU Si hemos de morir de humildes, de leales y rendidos, sujetos a los ladrones, · pícaros y advenedizos, cuyas ideas gobierna nuestro paisano Blacito, que como bastardo en sangre, su pensamiento es lo mismo; mejor es que de una vez quitemos a estos indignos la vida, y después que venga el más sangriento cuchillo, que inventó la tiranía. Pues sabremos resistirlo, quitando la vida a cuantos se opusieren a impedirlo, que sea el Corregidor, sean Alcaldes, sean vecinos, sean clérigos o frailes, forasteros o patricios, que nada ha de reservarse, sino que de sangre tintos han de correr los arroyos hasta que quede extinguido y aniquilado en el todo, el tiránico dominio de tan malvados ladrones. ¡Alarma paisanos míos! Gritemos muera la Aduana, y que mueran sus Ministros, muera el traidor Tesorero, y también muera Blacito; y que muera el Diablo mudo, y que queden consumidos Maichica Aucaichos, pues que sigan su partido; pues que todos a un compás, aumentáis nuestros enojos, con vuestras vidas no más, pagaréis vuestros arrojos y que os lleve Satanás. (A.G.I., Audiencia de Lima, Legajo 1039).

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