La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU 183 cientos ochenta años el señor Corregidor Juez de esta causa, asistido del señor Asesor de ella, hizo comparecer en su presencia para el efecto contenido en el decreto que antecede a un hombre preso en la Real Carcel de esta ciudad, de quien por ante mi el Escribano le recibió su juramento, que lo hizo por Dios Nuestro Señor y una Se– ñal de Cruz, segun forma de derecho a cuyo cargo prometió decir verdad en lo que supiere y fuere preguntado y en su virtud lo fué · en la manera siguiente: Preguntado como se llama, de donde es natural, que edad, ofi– cio y estado tiene y si sabe la causa de su prisión o la presume dijo : que se llama Bernardo Tambohuacso, que es natural del pueblo de Pisac, provincia de Calca, que no tiene veinte y cuatro años cum– plidos de edad segun consta de su fé de bautismo, que ?acó para el titulo de su cacicazgo, cuyo original para en el superior Gobierno y el testimonio en poder del escribano Agustín Chacon y Becerra, que es cacique de dicho pueblo de Pisac y casado con doña Francisca lnquiHitupa, india y que indio noble como lo tiene calificado y cons– ta tambien por notoriedad y que sabe la causa de su prisión a la que lo entrego el mismo por escrito, que presentó al señor Corregidor de la provincia de Calca. En este estado con respecto a la calidad del confesante, fué llamado el Protector de Naturales de esta ciudad don Pedro Manuel Rodríguez, en cuya presencia y por interpretación de don Juan Antonio Rojas uno de los interpretes nombrados por el Ilustre Cabildo de esta ciudad y don Marcos Galdós de la Vega que subrogo la veces de don José Agustín Chacen y Becerra en esta di– ligencia por elección del señor Corregidor y bajo del juramento de fidelidad que se le recibió en forma de derecho se le volvió a tomar el suyo al confesante quien le hizo como se requiere y ratificandose en lo que tiene respondido a la primera pregunta siguió diciendo. Que la causa de su prisión consiste en que ahora dos o tres años tuvo conocimiento y amistad con don Lorenzo Farfan, con ocasión de haberle vendido cuatro yuntas de bueyes y desde entonces se sa– ludaban siempre, le reconvenía por tres pesos que le quedó a deber de dicha venta y con este motivo bajo el confesante a este ciudad desde el pueblo de su residencia la segunda semana de cuaresma de este presente año, y buscó a dicho Farfan en la casa nueva de la Aduana para cobrarle dichos tres pesos, y lo hallo en un cuarto alto en compañia de don Juan Antonio Cayer parlando con él como a horas de las siete de la noche que a poco rato se despidió dicho Ca– yer, y quedó el confesante con Farfan, quien le pagó dichos tres pe– sos en garbanzos y pallares y despues de este pasaje cerró el cuar-

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