La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

216 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚP AC AMARU M. P. S. El Fiscal. Ha visto los Autos Criminales seguidos de oficio so– bre la Conspiracion subsitada en la Provincia del Cusco en que es complicado el Casique de Pisac nombrado Bernardo Tambohuacso, quien despues de haber sido sentenciado en rebeldia se presentó al Corregidor de la Provincia de Calca y Lares, y actualmente se ha– lla en la carcel del Cusco con la duda de si ha tomado, o no asilo, y si esta le vale sobre que se ha introducido el Provisor del Cusco pretendiendo que el Corregidor sobresea en la Causa hasta ebaquar el articulo de inmunidad, y consultando este punto a V. A. para su mejor aserto ha expuesto el Protector lo que consta de su difuso anterior pedimiento y enterado de todo dice: que dos son los pun– tos principales que deven exsaminarse. Primero si el Casique ha cometido delito a que le corresponda pena de muerte con las sir– cunstancias, que se le sentencio. Si en este delito pueda o no gozar de inmunidad, a que se dice haberse acogido aun quando fuese cier– to este hecho. En el primero este reo está combencido y confeso del horroro– so delito de Sedicion y alsamiento que intento ejecutar en dicha ciudad con los otros reos, ya ajusticiados. La prueba no puede ser mas clara y perentoria; por que siendo bastante en estos delitos tan irregulares la uniforme de los corréos, se vee en las confesiones de Juan de Dios de Vera al f. 18 del testimonio que el expresado Casi– que le comunico tenia por cierto, de que muchos estaban con ani– mo dee alsarse por la Aduana, y a f 22. que a los pocos días, el co– municó que habia sido citado y llamado a concurrir en la Pampa de Santa Clara una noche donde lo hauian esperado para tratar del al– samiento y a f 23 que el dia de San Juan de Dios en el combite de Asencio Bergara se indujo al mismo Casique a combersar sobre el punto de alsamiento diciendo: "que resolucion tienen Ustedes? digan– la de una vez, Y no anden con cobardia para hacerlo o no, podemos buscar sujetos de manera que se fuesen eslabonando un amigo con otro, como verbigracia en la ciudad de Quito." que por su parte pon– dría sus indios y coronaria los cerros que sircunbaban la ciudad, que habia otros casiques y personas que ayudasen al mismo intento Y l~ bolbio a instar, que no se acobardasen, y quiso persuadirles a que firmasen una lista firmando los nombres, para que no se retracta– sen quando llegase el caso a la repugnancia de Vera le repuso, que era un cobarde, y que para el caso se necesitaba un corazon maior que el de la Plaza Qrande".

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