La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

234 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN · DE . TÚPAC AMARU. que se bajase la cuota de la Alcabala, establecida por el Rey en su soberana ultima disposicion de 26 de Julio de 1776, al cuatro por ciento segun sigue ahi, sin a tender a que cuanto mas siga, se hace mas reparable esta reprensible desobediencia; y que Vuestra Seño– ria supone en mas dolorosa situacion, debiendose contemplar, como mano que la autorizo, usando de facultad que no tiene, ni le pudo dar circunstancia alguna, respecto de que no hay quien la conozca bastante, para romper una ley tan sagrada, como la de cumplir lo que Su Majestad nos orde~a, y tiene establecido con tanta piedad y justicia". "Yo vere este testimonio y proseguire dando cuenta al Rey con él y las reflexiones que me pidan sus hechos, y la providencia to– mada por Vuestra Señoría; pero anuque ignoro las que le habra co– municado el Excelentisimo Señor Virrey de Buenos Aires y el Señor Intendente de la Real Hacienda, respectivamente, me alegrara que Vuestra Sefioria, como le di a entender en mi oficio de 5 de Mayo proximo, rompiese la suya con volver las cosas al estado y ser que tuvieron antes de darla, para que de ese modo se viese que, relu– ciendo en su cuerpo el amor y la fidelidad al Rey, recuperaba en lo posible aquello en que le ha faltado, segun mi dictamen". "Hago a Vuestra Señoria esta indicacion con tal de que no se oponga a las que tengo hechas, o reducidas a ordenes formales de ese Señor Virrey y el Señor Intendente; porque no me cansare de repetir que deseo, por el honrado y limpio lustre de Vuestra Seño– riar que deshaga aquello que hizo sin autoridad, dedicando a dispo– ner con su axilio e inspiraciones que vuelva la Real Aduana a go– bernarse por las reglas con que se regia, y la alcabala a cobrarse a razon del seis por ciento, dando cada uno de Vuestra Señoría. Y el ejemplo de que cuanto les entre para sus consumos o giros vaya guiado, se introduzca en la Aduana, y se cobren alli los derechos de las cosas que los deban". "Si Vuestra Señoria emprendiese esta brillante accion digna del estado en que se va poniendo el castigo de los insolentes inquietado– res de la paz publica, y de la obediencia debida al Rey por todos los sagrados derechos humanos y divinos, espero me pase la noticia con un extraordinario, a fin de no perder tiempo en comunicarla a Su Majestad, para que se serenen sus disgustos, y le merezca Vuestra Señoría sus piedades, y la gracia de mantenerle en la suya como acre~dor a ella". "Dejo a la recomendable discrecion de Vuestra Señoría el en– cargar a su Presidente lo op0rtuno sobre averiguar con toda forma-

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