La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión
238 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE . TÚP AC AMARU Por el mes de Julio se observaron algunos movimientos poco equivocos de lo que intentaban los Yndios, pues sus Congresos, fal– ta de obediencia, y haber dicho al Corregidor que si no les trahia a su Padi;e Catari veria lo que le pasaba, confirmó sus designios. De todo dio parte a la Real Audiencia, y se le ordenó que se portase con los Yndios con sagacidad y suavidad la que parece. practicó en lo que le fue posible. A principios de Agosto prendieron los Yndios en el Pueblo de Macha al Cacique Gobernador de el de Alansaya Dn. Blas Berna!, cuyo Gobierno decía Catari pertenecerle. Pusieronlo en prision, y a los seis dias le quitaron la vida. Llego a noticia del Corregidor Alos este exceso y expidio orden a los Capitanes de Milicias de su Provincia para que el 23 de dicho mes se reuniesen con sus respec– tivos subalternos, y soldados en el Pueblo de Pocoata: y en efecto se juntaron en el dia citado quatro Compañias que componían 200 hombres y se mantuvieron el dia 24 en Cuarteles hasta el 25 en que a las quatro de la tarde se pusieron sobre las armas por recelos de alguna inquietud en los Yndios de Pacanachi que pasaban lista de Mita. Y es el caso que el Corregidor tuvo quexa de uno de los Ca– ciques de Macha sobre que un Yndio que estaba presente havia ase– gurado que el Sr. Virrey de Buenos Ayres tenia mandado que los Yndios solo pagasen media tasa, y que la providencia estaba en ma– nos de Tomas Catari, con cuya noticia el Gobernador apartó a aquel Yndio, y lo entró a la Ramada para averiguar despues la verdad. De esto resultó que los Yndios despechados entraron en la Ramada y se sacaron al Yndio diciendo: Que aquel era Cedula y no podía ser preso. El Corregidor revestido de paciencia les dixo que si era Ce– dula se lo llevasen; pero los Yndi.os haciendo mofa con risadas y ges– tos se apartaron de él. El 26 a las diez de la mañana se observó una multitud de Yn– dios que cubrían los Cerros y Campaña enderazandose al dicho Pue– blo de Pocoata con mucha algazara y ruidoso sonido de cornetas. A las once compareció Damaso Catari que comandaba esta turba, Y puso en manos del Corregidor un escrito en que pedia le entregase a su hermano Tomas, pues sabia de cierto que lo tenia preso, y en– cerrado en una Caxa, y que de no hacerlo usaria de su derecho. El Corregidor dió el escrito al Dr. Dn. Josef Benavides que por su des– gracia o destino siendo hombre de conocida comodidad por sus ricas Minas lo había acompañado sirviendo de Asesor; y visto por el Yn– dio que no· se le despachaba con prontitud dixo con ánimo resuelto, Y sin el menor temor de los soldados que le rodeaban hablando con el
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