La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

256 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÜPAC AMARU Fe Catolica, pues ella era toda su veneracion, y el Cuerpo Eclesiastico su respeto: que removidas las injusticias, su único anhelo era conquis– tar a la fe los Yndios gentiles, y retirarse despues et gozar el fruto de sus expediciones: que no desmayasen en lo comenzado. y lograsen su libertad: que bien sabian que el amor· que en esto les manifestaba ten– dria por fin el perder la vida en semejante suplicio, como el que aca-·· vaban de ver, pero que lo llevaria con gusto por dexar ia ·gloria a ·su Nacion de verse ya restaurada a su antiguo estado. Pusose un cordel' al cuello para mas conmover a IOs YndiO'S con el instrumento del su– plido que se babia enunciado, trayendole sobre sus véstiduras a cu– ya vísta todos en confUsa ·gritería se ofrecieron á seguirle, y perder sus vídas antes que desamp.ararle. Luego extendio un Bando con este principio: Don Josef Gabriel. Tupac Amaru Inca. de la Sangre Real, y tronco principal. En el c·onvoca a todos ;sÍls Amados Cr'Íollos Americanos de todas Clases asi Españoles, como Mestizos e Yndios ·que quisiesen seguirlo~ profes-· tando que el era Catho1ico Christiano, y que en manera alguna vio_.: !aria las Ynmunídades de la Yglesia: que solo tenia por objetó abo– lir la introduccion de Corregidores, libertar al Reyno de Aduanas,· ~stancos, y demas · Gabelas, y acabar con todo Europeo como prin– cipales autores de semejantes Establecimientos; pero que aquellos en quienes hallase oposicion y resistencia a sus designios, experimenta– rian · sin· la menor piedad todo el furor de su indignacion. De e:ste Bando, y de otros Edictos remitió con sus confidentes varios exein– plares para que. se fijasen en sitios publicas en las Provincias y Ciu– dades in~ediatá.s como el Cuzco, y Arequipa, dando a entender que todo estaba a su disposicion. Escribió Cartas circulares a los Curas para que no impidieran con sus exortaciones a los Feligreses de sus Doctrinas seguir este partido. Lo mismo hizo con algunos particu– lares, aun de aquellos con quienes jamas tuvo conocimiento, Y en quienes suponía confianzas que en realidad no tenia. Ya queda referido de que el traydor Tupac Amaru no asistió al entierro del Corregidor por hallarse ocupado en otras expediciones. Estas se reducen a haver pasado personalmente a Tinta, y saqueado la Casa del dh<? Corregidor de todo aquello que no pudo cargar en la primera ocasion quando venia en compañia del Caxero; y aora to– mo quarito havia qued·ado de gusto y estimacion, sin dexar las mu~ las, ni los viveres de que se proveyó con abundancia. Despues paso· a lós obrajes de Parupuquio, y Pomacanchi. Demolio el primero, y pilló en él mucha delicada ropa que tubo con que dar las primeras' muestras de generosidad a los que favorecían y ayudaban su rébe-·

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