La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

304 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU 85. 1780-XI-25,26,27,28,29. Hijo Chepe: Es preciso que pongas pronto remedio al efecto que ha hecho la declaratoria adjunta, pues los indios dicen que se van desvaneciendo, y así ve lo que se ha de hacer. Dios te guarde muchos años.-Tungasuca y Noviembre 25 de 1780. -Tu Mica. Ciertamente vienen soldados de Lampa y Arequipa, en número muy considerable, y nos quieren pillar descuidados con los del Cuz– co; nuestro Cura se ha ido fugitivo para allá. Hijo Chepe: Acabo de recibir la tuya con las inclusas que vm1e– ron para los caciques de los Altos y la Quebrada, las que se han suspendido en atención a haberse despachado otras anteriormente con la noticia de la venida de los soldados del Cuzco; los que tomaron su derrota a efecto de llevar la ropa embargada en Guaraypata, y por órdenes que consecutivamente dí a aquellos caciques, extrajeron y llevaron al pueblo de Quiquijana; con cuya noticia, y viendo la dis– posición de la gente, retrocedieron y se fueron al Cuzco (según me da aviso Sucacagua) pero me dan noticia que los de aquella ciudad tienen mucha prevención con el fin de salir para acá; y para cuando bajes, allá tienen la misma prevención. Por lo que hace a las prevenciones que me haces, las practicaré cuando sea tiempo. Chepe mío: No puedo menos que participarte como los Curas de Pampamarca, de Yanaoca, el Doctor Bejarano y Don Ramón Mosco– so, habiendo solido escribir al Cuzco, al Obispo y a los demás, rela– tando todo lo que pasaba en casa, y del número de soldados que te– nemos, despachando las cartas con el Coaqueño; y el comprobante de todo es el haber mandado cerrar hoy la iglesia, sin que hubiese dicho misa ni haber ejercicios cristianos. Todo esto me tiene con bastante cuidado, ya porque estamos en– tre nuestros enemigos, y ya porque nos puede sobrevenir alguna trai– ción repentina por lo que te participo para que estés advertido, co– mo igualmente de los soldados que con bastante estruendo se van previniendo en la pampa de San Sebastián. Es cuanto ocurre, y de rogar a Nuestro Señor guarde tu vida mu– chos años.-Tungasuca y Noviembre 26 de 1780.

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