La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU 307 PASAPORTE.-Todos los guardias españoles e indios, y espías puestos por orden de mi marido Don José Gabriel Túpac Amaru, darán paso franco a los que con este pase fueren, sin hacerles el más leve perjuicio; pena al que contraviniere esta mi orden del castigo que corresponde, y del mismo modo cuando regresen de la ciudad del Cuzco para sus lugares.-Tungasuca y Noviembre 27 de 1780.– Doña Micaela Bastidas. PASAPORTE.-Todos los soldados e indios espías dejarán pa– sar libremente las cargas de Don Agustín Herrera sin hacerles per– juicio, con la circunstancia de que pueda transitar por los pueblos que le pareciese convenientes al expendio de sus efectos, sin que nin– guno que éste viere le perjudique en lo menor; pues será castigado cualquiera que contravenga esta dicha orden.-Tungasuca y Noviem– bre 27 de 1780.-Doña Micaela Bastidas. Hija Mica: Ahí despacho esos dos chapetones (españoles), quie– nes habían tenido muchos deseos de quitarme la vida; y así, los mandarás asegurar muy bien. Yo tengo ánimo de pasar hasta Chucuito; mañana pasaré para Lampa, con el favor de Dios; lo que te encargo es no te descuides en despachar gente o hacer guardar los caminos de la Quebrada y no dejes de encomendarme al Señor.-De Tungasuca, etc.-Tu Chepe. Hija: Al instante que veas ésta remíteme el cañón grande que trajeron de Quipococha, y que Don Juan Antonio Figueroa venga a manejarlo, porque tengo mira de pasar a Caylloma: y que dicho cañón venga con toda su provisión de asiento o carroza, balas y pól– vora. Espero que para el jueves por la mañana esté aquí. Pide a Dios, que yo hago lo mismo para que te guarde muchos años.-Coporaque, Noviembre 28 de 1780.-Tu Chepe. Hija mía: Recibí en esta fecha dos tuyas en la una que vino in– clusa la carta de Canaviri, y en la otra la noticia de que el Señor Doctor Ildefonso Bejarano y otros que me refieres, andan con ton– teras; al primero le escribo la adjunta para que no se lleve de dic– támenes contrarios, y que mande abrir la puerta de la iglesia y ad– ministre sacramentos a aquellos naturales. No tengas cuidado de nada, pues estamos seguros de todo; pe– ro no será malo precaucionarse de todo lo que ocurra. Mañana paso a Cayllama en donde tengo noticia se han huído (con novedad que han tenido de mi regreso a estos lugares) todos

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