La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

332 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚP AC AMARU Ya que te has hallado en esos lugares, caminaremos el día cita– do a entregarnos y morir sin remedio, por lo que te digo a Dios, y que te guarde muchos años.- Tungasuca y Diciembre 7 de 1780.– Es tu Mica. Señores Gobernadores Don Agustín y Don Lucas Núñez de la Torre y Don Matías Canal.-Muy Señores míos y de todo mi apre– cio.-Ya tendrán Vuesas Mercedes noticias de la empresa que ha to– mado mi marido Don José Gabriel Túpac Amaru; pero sin embar– go de ello, para que queden mejor inteligenciados, paso a imponer– les, para que le impartan a sus indios y demás caciques de esos pue– blos, quienes tendrán ésta por suya. Como celoso del bien público y descanso de los naturales y crio– llos españoles, obtiene, a fuerza de sus desvelos, providencia para exterminar y acabar las malas introducciones de repartos, alcaba– las, aduanas, y en su consecuencia se halla entendiendo en estas di– ligencias con el esmero, que hasta aquí se ve; en cuyo supuesto, no dudo, que vuesas mercedes coadyuvarán, aprontando toda su gente a disposición de dicho mi marido. Y si tuviesen vueses mercedes (gente) para prender al Corregi– dor y europeos, lo podrán hacer, pidiendo auxilio a los demás ca– ciques; pues no hay razón de que nos estropeen, y traten como a perros, fuera de quitarnos con tanta tiranía nuestras posesiones Y bienes estando en nuestras tierras, por contemplarnos que no somos capaces de defendernos, como lo vemos ahora, que mi marido ha pues– to la mano. Es tiempo que se esfuercen, como lo están haciendo los indios Y españoles de estas provincias de Tinta, Chumbivilcas, Carabaya, Lam– pa, Azángaro, Paucartambo, Quispicanchi, Paruro y otras, que piden auxilio a mi marido, quien en la presente circunstancia tiene más de ochenta y siete mil indios, fuera de principales y españoles de las ocho parroquias del Cuzco; con que bajo estas fuerzas, no tie– nen vueces mercedes que tener recelo, ni los demás que prestaren obediencia, pues serán protegidos, fuera de libertarse de las pensio– nes referidas; y prevengo a vuesas mercedes, que si pudieren en– viar a cualesquier indio, con bastante sigilo a la puente de Apurímac a quemarla, lo podrán hacer, cuanto más breve se pueda, para que no zafen los chapetones para Lima; pues tengo noticias que se van mudando a toda carrera.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx