La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

348 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚP AC AMARU Ordenes, respirando en todas su innata Real benignidad y clemen– cia, y reencargando la suavidad con que se han de ser tratados, sin tener otro objeto en los inmensos gastos que hace de su Real Ha– cienda para que se instruyan en los Dogmas de nuestra Santa Reli– gion, y vivan civil y christianamente apartados de todo genero de supersticion y engaño, que su propio bien y conveniencia, derra– mando a manos llenas sus piedades en los muchos y grandes privi– legios que les tiene concedidos, y adelanta incesantemente atendien– do a su miserable condicion; de todo lo que les está despojando el mismo Tirano que los conoce, y se ha aprovechado de ellos infirien– doles ademas el grave dolor de separarlo& de sus pobres mugeres, hijos y familias, expuestas a padecer los mayores trabajos y pena– lidades, no pudiendo ni ser capaz de contrarrestar jamas las fuerzas que precisamente se han de dirigir contra las pocas o ningunas con que se halla, incidiendo sin embargo en el delirio de persuadirlos a que no obedezcan a los Corregidores y Justicias, para hacer a todos delinquentes, y conreas de su gravisima criminalidad, y a tener Reales Ordenes de su Magestad para sus enormes excesos. Por tanto atendiendo a que los sequaces del perverso Tupac Amaru, proceden engañados de sus ficciones, y a que su Magestad (Dios guarde) se ha dignado ponerme aquí en su lugar para mantener a todos en paz y justicia y castigar severamente a quantos quebrantaren sus justas y sabias Leyes, y se mantuvieren en obstinacion y rebeldía; deseosos de que no compreenda a otros incautos el contagio de la Rebelion, y de que no llegue el caso de que experimenten el rigor de mi justa indignacion los que se han declarado por el partido de este Alzado, dando favor y ayuda a su atrevimiento y osadía, Y a mi ocasion a que haya remitido, y a este aprontando mayor numero de oficiales, Soldados, Armas, Municiones y Pertrechos para operar en caso que preciso contra el dicho Rebelde y sus auxiliares, les requiero y exorto a que desde luego lo abandonen y se restituyan a sus Pueblos y Casas, en inteligencias que sino se separasen luego que se verifique la publicacion y fixacion de este Exorto en el pa– rage mas cercano a su situacion, serán tratados como Apostatas Y Rebeldes y sufriran irremisiblemente las severas penas establecidas contra tales delinquentes, debiendo asi mismo estar inteligenciados haver determinado la absoluta extincion de los Repartimientos en todas las Provincias del Reyno baxo de gravísimas penas a los Co– rregidores que de nuevo entraren a servirlas, para que con ningun pretexto repartan cosa alguna a los Yndios, respecto a que a ese fin se les han de señalar salarios o sueldos competentes para su congrua sustentacion, permitiendo solamente a los actuales que lo tienen

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