La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

34 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU Que repetida esta instancia en Representacion de ocho de Oc– tubre de mil setecientos sesenta y ocho, asignando quatro mil pesos de renta anual en los valores de aquella Mitra para congrua de Au– xiliar, vino S.M. a Consulta de la Cámara de veinte y nueve de Ma– yo de mil setecientos sesenta y nueve en asentir a esta solicitud; y en su consequencia se impetraron las correspondientes Bulas Ponti– ficias; y vistas en la Cámara, se las dió el pase, librándose en ocho del corriente mes de Agosto los Reales Executoriales, para que tu– viesen su debido efecto. Que posteriormente se había hecho constar, que por el mismo Reverendo Obispo D. Diego Salguero se ocurrió a la Real Audien– cia de Lima, manifestando la súplica que tenía interpuesta a S. M. a fin de que se dignase nombrarle por Auxiliar al enunciado D. Juan Manuel de Moscoso, y pidiendo informase aquel Tribunal a S. M. sus méritos, y proporcion para tal destino; con cuyo motivo, y sin embargo de haber fallecido aquel Prelado antes de evacuar la Audiencia el pretendido informe, le había executado con fecha cin– co de Enero de mil setecientos y setenta, expresando considerar dig– nas las circunstancias, y méritos, del dicho D. Juan Manuel de Mos– coso de que S. M. le atienda, y premie con aquella, u otra de las Mitras clel Reyno; pues era notorio su distinguido nacimiento, y des– cendencia de los Conquistadores, y Pacificadores de aquel Reyno, su aplicacion, y aprovechamiento en el estudio desde sus primeros años, su desempeño, y arreglada conducta en los empleos de Cura, Canónigo de Oficio, y Dignidades que había obtenido, dedicandose siempre con gran zelo, virtud, y aplicacion al beneficio del Público; pues siendo Cura de Moquegua, estableció y dotó Escuela pública de primeras Letras, que no había en aquella Villa, y situó fondo pa– ra el sustento de la Cárcel pública; y despues para dotacion de Cá– tedras en la Universidad que solicitaba fundar en la ciudad de Are– quipa (sobre lo qual pendía Expediente en aquel Real Acuerdo) habia hecho una obligacion de quarenta mil pesos: y últimamente con motivo de la expulsion de los Regulares de la Compañía tomó a su cargo la manutencion, y direccion de las Escuelas que ellos te– nían en la misma Ciudad de Arequipa, y las había cultivado con tal esmero, que llegando a setecientos los niños que en ellas se instruían los mantenía de todo lo necesario para leer, y escribir, pagando Ma– estros que los enseñasen, y Eclesiasticos que los educasen en lo tocante a la Religion; lo qual habia merecido la aprobacion de S. M. en el Consejo Extraordinario, segun aparecía de cartas dirigidas al mismo D. Juan Manuel de Moscoso por el Exelentísimo Señor Pre– sidente Conde de Arana.

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