La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

360 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU lo que igualmente he representado al Virrey. Espero de Usias libra– ran las mas prontas y vigorosas providencias a este logro y que, por alguna omision, no sea nos veamos enteramente sitiados del Rebelde, y nos coja por asedio, como lo pretende.-Nuestro Señor guarde a Usías muchos años.-Cuzco y Diciembre diez y seis de mil setecien– tos ochenta.-Juan Manuel, Obispo del Cuzco.-Señores de la Real Jun– ta de Guerra". (A. G. l., Audiencia del Cusca, Legajo 77). 107. 1780-XII-19. "He visto la carta que con fecha de siete del que corre ha escrito el Señor Visitador General (Jose Antonio de Areche) al ilustre Ca– bildo, Justicia y Regimiento de esta Ciudad, en que participa la resolución que ha tomado de encaminarse a esta Capital, personal– mente, con un grueso de tropa, al mando del Señor Inspector Gene– ral (Jo.sé del Valle) cuya noticia nos ha dejado poseídos del más excesivo gozo, que puede imaginarse; y es un lenitivo eficaz y po– deroso de las angustias y opresión que hemos sufrido, animados de un espíritu de fortaleza, sin embargo de tantas calamidades y con– tratiempos; pero al imponerme que el designio de dicho Señor es tomar la ruta por la ciudad de Arequipa, para pasar a ésta, se me presentan los inconvenientes de que intervienen de rodeo más de cien leguas, que las cordilleras de Cailloma, Chuca, etc. son más rígidas, que las de Huancavelica y Huamanga del camino de Lima por la Sierra, y lo principal es que, como a Usías consta, se hallan los ca– minos de Arequipa a esta Ciudad enteramente infestados de enemi– gos, derrumbados los desfiladeros y laderas precisas del tránsito, Y que el Rebelde tiene todo el poder de sus fuerzas fijado en este con– tinente, por lo cual será imposible, o a lo menos sumamente difícil, penetrar a este lugar sin aventurarse dichos Señores Visitador e Inspector con la tropa, a experimentar algún grave desastre, siendo argumento demostrable de este justo recelo, el que se han tomado de tal modo todas las avenidas de las provincias de arriba por el Su– blevado, que se ha negado enteramente la correspondencia, no pueden penetrar los correos ordinarios, y ni aun los expresos particulares que se han despachado por Usias, por cuya causa carecemos de lo que hayan obrado las provincias combinadas.

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