La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

362 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU incontenible, y los he sensibilizado con repiques . universales y una salva de artillería, a que correspondía el clamor y alborozo de todo el pueblo cong regado , que se explicaba con las voces de ¡viva el Rey y el Señor Visitador General!, que haciendo ésto en mi ternura, la manifestaron mis ojos. Con esta satisfacción gustosa respira hoy la congoja de este atribulado Pueblo, y se han alentado lo.s espíritus decadentes, pro– metiendose por este medio redimirse de lGts calamidades que los oprimen. Yo estoy tan persuadido en que sola la presencia de Vuestra Señoría Ilustrísima ha de disipar esta desecha borrasca, que pueda decir como Cesar: veni, vidi, vici. Como en la que escribio Vuestra Señoría Ilustrísima al Cabildo Secular, le indica que su ruta la dirige por la via de Arequipa, me ocurrieron las dificultades, que todo en el oficio que pase a la Junta y acompaño, que pueden entorpecer el intento de Vuestra Señoría Ilustrísima de poner.se en esta Ciudad con la mayor prontitud, como lo piden las circunstancias, para que por un expreso se las hiciera a Vuestra Señoría Ilustrísima presente. a fin de que impuesto de ellas variara el rumbo, en caso de conside– rarlas de gravedad; y que no intervengan otras causas que precisen a esta resolucion, lo que por haberse visto, con rara indiferencia, sujetando mi oficio a materia de disputa , como lo es cualquiera otra, por importante y ejecutiva que sea, para los que la componen, he determinado escribir a Vuestra Señoria Ilustrísima ésta por medio de un eclesiástico, que podra doblando jornadas, alcanzarle en las in– mediaciones de lea, desde donde si lo haya por conveniente, podra variar de camino; en cuyo apoyo posteriormente me han ocurrido los reparos de los crecidos ríos de Ocoña, Camaná y Vítor que se han de pasar, indispensablemente, y en el actual tiempo de lluvias traen considerable caudal de aguas, fuera de los otros que hay en la ju– risdiccion del Obispado, y de los desploblados que incomodaran de– masiado a la tropa, por carecerse en ellos de agua y víveres. No es corto el de haber de pasar Vuestra Señoría Ilustrísima el (despoblado) que media desde la salida de Arequipa hasta la Doc– trina de Langui que es de cincuenta leguas; y aunque en la mitad se ven algunas estancias con ganado lanar, no tienen alojamientos proporcionados, sino unos tugurios miserables. Así como expongo a Vuestra Señoria Ilustrísima estos retrayen– tes para su venida por esa parte, sabría persuadirle que su regreso seria menos incomodo por ella; porque puede hacerle sin los obstacu-

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