La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU 43 hijo de Doña Teresa Ordóñez, y hermano de Doña Feliciana Silva, que sucesivamente criaron y tuvieron en su casa a dicha Doña Jua– na Pilcohuaco. De este modo, con esta distinción y con esta claridad de vista y ciencia cierta, proceden los demás testigos a afirmar que Doña Juana fué hija natural del último Inca, Don Felipe Túpac Ama– ro, en una información dada en los tiempos inmediatos a la degolla– ción de aquel Inca; y en que por el mismo caso de ser particular y memorable el suceso, se tenían frescas y presentes todas las circun– tancias de dicho Inca, su padre, y providencias que se tomaron por el Excelentísimo Señor Toledo para la crianza de sus hijas Infantas. Es la prueba más concluyente que se puede dar, por la calidad recomendable de los testigos, por el tiempo y por la naturaleza de sus mismas deposiciones, todas afirmativas de vista y ciencia cierta. A la verdad que en las pruebas de genealogías y descendencias, no se puede dar otra más relevante, cuando en sentir de los Autores, aunque no basta el vano rumor, es suficiente la fama pública y las deposiciones debidas en hechos de este género, que regularmente ex– ceden la memoria de los hombres, no habiendo cosa en contrario. Concluída esta información, dada ante un Corregidor distingui– do y ejecutoriado, en que se califica la filiación de dicha Doña Jua– na Pilcohuaco, plenísimamente, y también la noble estirpe de Don Diego Felipe Condorcanqui, con su marido, se presentó a su nombre el Protector Francisco de Vilela, pidiendo testimonio de ella, para ocurrir al Superior Gobierno a pedir renta y tierras para mantenerse con sus hijos, conforme a la calidad de sus personas tan principales y descendientes del Inca, cuyo testimonio se le mandó dar por dicho Corregidor para el fin expresado; pero vamos, de grado en grado, confirmando la filiación de dicha Doña Juana Pilcohuaco. Ocurrió ésta con dicha información al Excelentísimo Señor Príncipe de Esquilache, Virrey que fué de estos Reinos, pidiendo que respecto de constar ser hija del Inca Don Felipe Túpac Amaro, y haberle quedado cinco hijos del matrimonio que contrajo con Don Diego Felipe Condorcanqui, a saber: Don Miguel, Don Felipe y Don Blas Túpac Amaro y Doña Agueda Pilcohuaco, se le señalase renta y tierras, y se declare a favor de dichos sus hijos y descendientes las extensiones concedidas a otros descendientes de los Incas, que no eran tan inmediatos ni por línea tan recta, como lo era ella y sus hijos, para que éstos fuesen reservados de servicios person ales, ta– sas y otras cargas, a que estaban obligados los demás in dios comunes y atunrunas.

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