La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚP AC AMARU 49 descendencia que no tiene su familia. El punto de que se trata es el de la de Don Felipe Túpac Amaro, último Inca del Perú, a quien por mandado del Excelentísimo Señor Toledo, cortaron la cabeza, el año de mil quinientos setenta y dos, en la plaza del Cuzco. Siendo este el punto y la materia de que se trata, podía pregun– társele a Don Vicente, apoderado y protector de Don Diego Betan– cur: ¿Qué conexión tiene con ésto la historia de la entrada de Don Francisco Pizarro en Cajamarca? ¿Cuál la conducencia del encuen– tro de Don Francisco Pizarro con Atahualpa, su arresto y demás cir– cunstancias de aquel suceso? ¿Qué afinidad tiene con esta causa la historia de la vida del siervo de Dios Fray Pedro de San José Betan– cur, fundador de la Religión Bethelemítica? ¿Qué relación la de si desciende Betancur de Don Martín de Arvieto, ni a qué influyen los méritos, verdaderos o inciertos de éste? ¿Ni a qué fin alglomerar en el proceso las pruebas de los hijos y nietos de dicho Don Diego Betancur, sus partidas de bautismo y casamientos, que nadie les du– da ni les disputa, ni yo se lo niego en esta causa? No obstante dicho Don Vicente ha hecho horroroso el proceso con testimonios de las Historias de Garcilaso, de Herrera, de Calan– cha, de Arvieto y del siervo de Dios Betancur. Yo prescindo de todo ésto, porque no me incumbe incuicarle esa descendencia de Arvieto ni de ese parentesco de Betancur; porque nada de eso es del presen– te caso. Lo que le importaba a l a (parte) contraria es probar la des– cendencia de Don Felipe Túpac Amaro, último Inca del Perú, que es la que le he negado y niego; lo demás de Arvieto y de Betancur se lo permito o se lo concedo, porque ni la descendencia de Arvieto ni la de Betancur lo han de hacer descendiente de Túpac Amaro; pero lo cierto es que tan vana es aquélla como lo es ésta. Tampoco le he disputado ni disputo a Don Diego Betancur, si tiene hijas y si tiene nietos, y si éstas se casaron con Don Ventura Guevara y Don Vicente García, y si los hijos de éstos son bisnietos de dicho Don Diego; confiésoselo llanamente, pero pregunto ¿a qué viene en esta causa presentar las fes de bautismos y partidas de casa– mientos de las hijas, nietas y bisnietas del citado Don Diego? Pruebe éste su entroncamiento con Don Felipe Túpac Amaro Inca; y ya con eso, sin engrosar este proceso podrían probar estos hijos, nietos y bis– nietos, separadamente, que aquél era su padre, su abuelo y su bisa– buelo pero como el fin ha sido enredar y confundir los autos, ha mez– clado en ellos unos asuntos que les son extranjeros; y que si algún influjo tienen, es el de la molestia y perdición del tiempo , que se gasta en su reconocimiento.

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