La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU 51 Túpac Amaro, padre de Doña Manuela, que se dice hija de ese Don Blas? Sólo ha existido en los espacios imaginarios; porque ni ha sido Cacique de Surimana, como se dice, ni han tenido de él allí la más remota tradición, como lo declara el Cura de aquella Doctrina, en su declaración a fojas ciento noventa y seis, cuaderno segundo, he– cha a pedimento de la parte contraria. Don Blas, hijo de Don Diego Felipe Condorcanqui y de Doña Juana Pilcohuaco, fué el Cacique de Surimana, y por su muerte lo fué Don Bartolomé Túpac Amaro, su hijo, como consta de la infor– mación de fojas noventa y cuatro, cuaderno cuarto, con la particular circunstancia, que deponen los testigos, no haber habido otro Don Blas que el padre de dicho Don Bartolomé y el de sus hermanos; conque si Don Blas fué Cacique de Surimana, y por su muerte lo fué dicho Don Bartolomé, como consta de la Superior Provisión de foja ochenta y ocho, del dicho cuaderno cuarto, no hay tiempo en que lo pudiese ser ese fingido Don Lucas; porque, por muerte de Don Bar– tolomé, sin hijos, le sucedió su hermano Don Sebastián, y a éste su hijo mayor Don Miguel, mi padre; de quien yo como el hijo ma– yor soy actual poseedor del Cacicazgo de dichos pueblos de Surima– na, Pampamarca y Tungasuca, según las aclamaciones del común, que corren de fojas ciento diez y nueve vuelta, cuaderno cuarto, en que expresan venirme por herencia y línea recta. ¿Cuándo, pues pudo ser Don Lucas Cacique de Surimana, donde ni aún noticia tienen de él? Aun permitido y no concedido que ese tal Don Lucas, padre de Doña Manuela, pudiera ser descendiente del Inca Don Felipe Túpac Amaro, nunca pudo ser Cacique de Surima– na; porque este Cacicazgo que ha estado en mi línea, no me ha ve– nido, ni lo han gozado mis ascendientes, por el Inca Túpac Amaro, sino por Don Diego Felipe Condorcanqui, mi tercer abuelo, a quien pertenecía; y a que se gregaron después las tierras de que este Su– perior Gobierno hizo merced a mi tercera abuela Doña Juana Pil– cohuaco, como a hija del último Inca Don Felipe Túpac Amaro. Con– que si estas tierras y este Cacicazgo han venido unidos hasta mí, de sucesión en sucesión, desde Don Felipe Condorcanqui y la Coya Do– ña Juana Pilcohuaco, no pudo dicho Don Lucas haber sido Cacique de Surimana, pues como se supone no es descendiente de Don Fe– lipe Condorcanqui, ni de la Coya Doña Juana Pilcohuaco; de otra suerte estas tierras que yo gozo y este Cacicazgo que hoy poseo, fueron de los hijos de Don Lucas; esto no es así, porque siempre han sido de mi línea desde aquel tronco; luego dicho Don Lucas no fué

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