La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

60 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU tenía en varias mujeres, y a consederle a él y a sus descendientes los privilegios que dicho real rescripto comprende. Doña !IA:anuela, madre de Betancur, no hizo otra cosa que tras– ladar esta Real Cédula, subrogando en lugar de Don Alonso Tito Atauchi a Don Juan Tito Túpac Amaro, su supuesto ascendiente, pe– ro ¡qué falsedad! Ella es gravísima, porque se versa sobre un res– cripto del Príncipe, con una mutación dolosa de su verdad, en que son comprendidos Doña Manuela, que la ejecutó, Don Diego Betan– cur, su hijo, y el actual apoderado de este Don Vicente, que produ– cen y hacen uso de este falso rescripto. La falsedad, como se fabri– ca en las tinieblas del fraude, es de difícil probanza, y según De– recho y doctrinas se necesita el auxilio del Cielo para su descubri– miento. La presente ha estado oculta hasta ahora, que Dios no ha querido más permitirla. Con dificultad se dará falsedad más califi– cada; por que la redarguyen y la convencen el mismo instrumento y las mismas razones que no nos pueden engañar, y que hacen ur– gentísima su presunción. El mismo bullicio y diligencia de la parte contraria en acumu– lar instrumentos, vengan o no vengan, por cualquier ápice que se le figure, influyen no poco a este propósito. No se hizo otra cosa que mudar el nombre Don Alonso Tito Atauchi en el de Don Juan Tito Túpac Amaro, y una u otra expresión conducente al fin de apa– rentar por verdadero lo que era enteramente falso. De esta Real Cé– dula librada a favor de Don Alonso Tito Atauchi, con la propia fe– cha y en su propio contexto, tengo yo y tienen muchos de sus des– cendientes testimonio en todo conformes. Conque si ésta es una cé– dula librada a favor de Don Alonso Tito Atauchi, no pudo ser pri– vilegio ni merced concedida a Don Juan Tito Túpac Amaro. Con sólo ésto a la primera vista , se hace urgentísima la pre– sunción de su falsedad; pero el discurso, la irá cada vez haciendo más clara y manifiesta, Don Vicente José que registra todos los rin– cones, y que cavila incesantemente, en hacer a su mujer descendien– te del último Inca Don Felipe Túpac Amaro, ha revuelto el Archivo del Escribano de Cámara, Don Martín de Pro, y ha podido encon– trar unos autos, que se siguieron en esta Real Audiencia por Don José (de la) Cueva, sobre unas tierras o mayorazgos del Cuzco, qu.e le pertenecían como descendiente de Don Alonso Tito Atauchi. El ci- tado Don José de la Cueva Tito Inca produjo sus calificaciones, Y para en parte de ella presentó el testimonio de dicha Real Cédula, que es la misma que se halla a foja diez y nueve vuelta de los autos de dicho Cueva, dada en Valladolid, a primero de Octubre de mil qui-

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx