La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU 729 sona a este cuartel con las precauciones necesarias, para que no se malogre la prisión, que es de Justicia ut supra, etc.-Figueroa. Cuzco, 4 de Mayo de 1781.-Como pide en el otro sí el Solicita– dor, contra los que de ésta resulten reos, y para que no se demore la defensa de Micaela Bastidas, atendiendo a que ésta pide se nom– bre de oficio abogado que la proteja, se hace en el Doctor Don Gre– gorio Murillo, Abogado de la Real Audiencia de Lima, y que acep– te y jure.- (Rúbrica de Mata Linares) .-Manuel Espinarete López. Inmediatamente, yo el Escribano hice saber el anterior auto a Don Gregorio Murillo, Abogado de la Real Audiencia de Lima, quien aceptó el nombramiento que se hace, y juró defender a Micaela Bas– das; lo firmó, de que certifico.-Gregorio Murillo.-Manuel Espinarete López. El Abogado defensor de Micaela Bastidas, a su nombre, en los autos criminales seguidos de oficio de la Real Justicia, por el delito de lesa Majestad, que por complicidad con el rebelde José (Gabriel) Túpac Amaro, su esposo, se le imputa, añadiendo este crimen al que ejecutaron por condescendencia de ésta, como el de haber ajusticia– do al Corregidor Don Antonio de Arriaga, de que se han seguido in– finitos excesos de muertes, robos, incendios, con lo demás que apa– rece en los autos, respondiendo al traslado de las acusaciones de fo– jas 52, dice: Que justicia mediante, se ha de servir Vuestra Seño– ría absolverla de la pena capital que se pide y de los agregados tor– mentos que conducen a este fin, conmutándosele en la de perpetuo destierro a los extramarinos presidios de Su Majestad, quiero de– cir, a una de los de Africa, lo que es de derecho por lo siguiente: El hecho se reduce a que ésta daba órdenes de palabra y escri– to a sus secuaces, con calidad de que el inobediente a sus preceptos y los del Rebelde, se les castigase con pena del último suplicio. De la imposición fallecieron europeos y criollos, de la que manifesta– ba regocijo la parte de Micaela; para que continuasen, los agasaja– ba unas veces, y otras mostraba rigor; a cuyo influjo, y el de pro– ponerles a los indios su exterminio, inferido por los españoles, si los desamparaba, los alentaba a este efecto; para conseguirlo les acon– sejaba se aliasen con los de las provincias comarcanas; que los Co– rregidores, les decía, eran públicos sustractores, y con encarecimien– to el no remediarse sus excesos en los superiores tribunales; que

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