La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

766 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU S aldivar y Saavedra, abogado de l a Real Audiencia de Lima; y de defensor, el Dr. Miguel de Iturr izarra, también abogado de la propia Audiencia: vistos los au t os y lo que de ellos resulta - FALLO, atento á su mérito, y á que el reo ha intentado la fuga del calabozo en que se halla, por dos ocasion es, como consta de fojas 188 á fojas 194 vuelta, y d e fo j as 231 á fojas 235: é igual– mente á lo interesante que es a l público y á todo este reino del Perú, para la mas pronta tranquilidad de las provincias sublevadas por él, la noticia de la egecucion de la sentencia y su muerte, evitando con ella las varias ideas que se h an extendido entre casi to– da la nacion de los indios, llenos de sup er sticiones, que los in– clinan á creer la imposibilidad de qu e se le imponga pena capital por lo elevado de su carácter, creyéndole del tronco principal de los Incas, como se ha titulado, y por eso dueño absoluto y natural de estos dominios y su vasallage: poniéndome t ambien á la vista la naturaleza, condicion, bajas costumbres y educacion de estos mis– mos indios, y las de las otras castas de la plebe, las cuales han contribuido mucho á la mayor facilidad en la egecucion de las de– pravadas intenciones del dicho reo José Gabriel Tupac-Amaro, te– niéndolos alucinados, sumisos, prontos y obedientes á cualquiera órden suya; habiendo llegado los primeros hasta resistir el vigo– roso fuego de nuestras armas contra su natural pavor, y les ha hecho manifestar un odio implacable á todo europeo ó á toda cara blanca, ó pucacuncas, como ellos se explican, haciéndose autores él y estos de innumerables estragos, insu ltos, horrores, robos, muertes, estupros, violencias inauditas, profanacion de iglesias, vi– lipendio de sus ministros, escarnio de las mas tremendas armas suyas, cual es, l a excomunion: contemplándose inmunes ó exentos de ellas, por asegurárselo así, con otras m alditas inspiraciones, el que llamaban su Inca; quien, al mismo tiem po que publicaba, en las innumerables convocatorias, bandos y órdenes suyos, (de que hay bastantes originales en estos autos ) qu e n o iban contra la igle– sia, la privaba, como vá dicho, de sus mayores f u erzas y potestad, haciéndose legislador con sus mas sagrados arcanos y ministerios: cuyo sistema seguia del propio modo contra su legítimo Soberano, contra el mas augusto, mas benigno, mas r ecto, mas venerable Y amable de cuantos monarcas han ocupado hasta ahora el trono de España y de las Américas; privando á una y á otr a alta potestad de sus mas particulares prerrogativas y poder: pues ponia en las doc– trinas curas, se recibía en las iglesias bajo d e palio, nombraba jus– ticias mayores en las provincias, quitaba los repartimentos ó co– mercio permitido por tarifa á sus jueces, levantaba las obvencio-

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx