La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

768 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AM.ARU la propia obediencia y vasallage: faltando en esto á las obligacio– nes tan estrechas de fidelidad y religion que tiene él y todo va– sallo con su rey natural: prueba clara, evidente y dolorosa del ex– traviado espíritu con que se gobierna esta infeliz clase, y tam– bien de cuan poco conoce la subordinacion y acatamiento debido á la legítima potestad de nuestro adorable Soberano; dejándose per– suadir maliciosamente de los ofrecimientos de este traidor ingra– to, y mal vasallo suyo, de quien, y de su Real Audiencia de Lima, de su Exmo. Sr. Virey y de mí, fingía que tenia órdenes para eje– cutar lo que tan bárbaramente ejecutaba, y debió no creer lícito el mas idiota: fuera de que en cuanto á sus ofertas, no podían igno– rar los indios que los repartimientos ó enunciado comercio de Tarija, permitido á sus jueces territoriales, se iba á quitar tan en breve como lo ha señalado la experiencia, constándoles así esto, como que nuestro respetable Soberano deseaba y procuraba, segun ha desea– do y procurado siempre, su alivio. Tambien sabian que las ob– venciones no las pagan ni han pagado, sino por su propia voluntad, libre y espontánea, apeteciéndolo y anhelándolo mucho de ellos mismos, por los entierros de pompa, y uso de los demas sagrados sacramentos, con la ostentacion que les ocasiona crecidos gastos: pues á sus respectivos doctrineros ó curas, se les satisface el corres– pondiente sínodo, sin que tengan estos derechos o acción á emolu– mentos ú obvenciones. Tampoco ha debido ignorar este insurgente, y sus malvados secuaces, para unírsele por sus promesas, que, con– forme á la ley del reino, estan exentos de alcabala, segun se ob– serva escrupulosamente en lo que es de su crianza, labranza pro– pia, é industria de estas: pero de suerte, que para este beneficio Y liberalidad no lo conviertan, como lo suelen convertir, en agravio de nuestro Rey y Señor, sirviendo ellos mismos de defraudadores del derecho de alcabala, llevando en su cabeza ó á su nombre, con guias supuestas, á las ciudades ó pueblos de consumo y comercio, lo que no es suyo y no les pertenece, siendo de otros no exentos: contraviniendo en esto á todas las leyes de cristianos, de vasallos, y hombres de bien ó de verdad, justicia y rectitud. A cuyo fin, Y para que cumplan con estas cualidades y aquellas soberanas deci– siones, se ha procurado siempre que dichas guias se examinen Y vean con cuidado, y las saquen, las lleven, y se las den, sin costo ni detencion alguna, los ministros recaudadores de este real derecho, Y celadores de tales fraudes que ha cometido y comete con repeti– cion esta clase de privilegiados, cuyo celo justo y diligencia debida llama este traidor escandalosamente opresion y gravámen, sin co– nocer que son los indios quienes le han formado, si es lo que es,

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