La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU 785 Esta batalla creo que podemos llamar la decisiva, pues de ella ha resultado la fuga del Rebelde: que le haya desamparado la ma– yor parte de su Gente: que alguna porcion de ella se haya pasado a nuestro campo, principalmente el Gallego Dn. Juan de Figueroa a quien tenia prisionero en Tungasuca. Este manejaba la Artillería de Tupac Amaro lo que hizo en mucha parte nuestra felicidad, porque elevando la puntería no se experimentaba el daño que en otra for– ma huviera recibido; pero observado por los Yndios el ningun efec– to de los Cañones, y desconfiando del Artillero, le arrimaron algu– nos palos, y quisieron ahorcarle, pero al tiempo de la retirada lo– gro escapar a la Ciudad. Sin duda que la retirada del rebelde tan precipitada fue para reforzarse porque al siguiente dia mando de Embaxador a uno de los Españoles que tenia prisionero, al Cabildo de esta Ciudad con una Carta. Diego Tupac Amaro hermano del Ynsurgente paso al rio de Qui– quijana con crecido numero de Gente a subvertir los Pueblos de Catea, Ocongate, Caycay, Paucartambo, y demas de aquella Vanda. Con todas las Haciendas que enteramente han quedado desoladas. Hoy se tiene noticia de que nuestra tropa que estaba en Paucar– tambo ha hecho un fuerte estrago en los Yndios, mañana 15 del co– rriente saldra refuerzo para ver si los podemos aniquilar. El Sr. Ynspector dirigió su marcha por el camino de la Provin– cia de Chumbivilcas con un cuerpo considerable de tropas, al que se le habían de unir en las inmediaciones de Tungasuca (Pueblo que tenia por Corte el Rebelde) otras quatro Colunas las que, compo– nían un Exercito de 16,000 hombres, y entro en el Pueblo de Qui– quijana en donde hizo prisionero al Justicia Mayor del rebelde, y a otro Cacique nombrado Pomainca, los que fueron ahorcados in– mediatamente. De alli siguio su marcha a Tungasuca; y en las in– mediaciones del pueblo del rebelde le pres~ntó batalla, pero usando aquellos de algunos artificios hicieron una descarga de seis cañones de Artillería y alguna fusilería que por mal servida solo mató tres hombres de nuestro Campo. El Sr. Inspector impuesto de sus maxi– mas con un cuerpo de 300 o 400 hombres nuestros que estaban mas inmediatos al Enemigo le acometio con tanto ardor que le deshizo enteramente haciendo una carnicería que horrorizó a Tupac Ama– ro, cuyo asombro creció viendo que le tomaron sus Cañones, Petre– chos, Municipios, Equipages, y quanto había robado. El escapo de ser prisionero en la accion por el buen cavallo en que iba montado; y

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