La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

197. 1781-V-25. DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU 787 RELACION DE LAS ULTIMAS ACTUACIONES JUDICIALES OBRA– DAS POR EL SR. VISITADOR EN LA CAUSA DE REBELION CON– TRA JOSEF GABRIEL TUPAC AMARO Y DEMAS REOS QUIENES FUERON SENTENCIADOS A MUERTE DE HORCA, DESCUARTIZA– DOS SUS CUERPOS 3 Y PUESTOS EN LUGARES PUBLICOS DE VA– RIAS PROVINCIAS PARA QUE SIRVAN DE ESCARMIENTO EN LO FUTURO. Separado J osef Gabriel Tupac Amaro de su Muger, y de sus hijos, fueron puestos en distintos Calabozos estos infelices y ridícu– los fanáticos. Formalizó la causa el Sr. Visitador general comisio– nado para ella y todas sus incidencias el Sr. Oidor Dn. Benito de la Mata Linares, que dio principio al preparativo de las confesio– nes. En todas ellas continuo su obstinación en mantenerse inconfe– so Tupac Amaro, sin embargo de los grandes tormentos que le die– ron, siendo el que los criminalistas llaman de la Garrucha. Con el se le disloco un brazo, y los demas huesos quedaron bien quebran– tados. Nada de esto basto para que confesase la verdad de lo que se le preguntaba: solo expuso con lo vivo del dolor, y como desesperado que el Sr. Visitador y él eran la causa de todo lo que padecía el Reyno, cuyas expresiones no se pusieron en los Autos, por considerarse di– chas sin reflexión ni acuerdo. Concluidas las Causas segun los trámites de Derecho en el es– pacio de mas de un mes se empezó a entender en la execución. A es– te efecto para que los reos se dispusiesen christianamente, pidió el Sr. Visitador por un Oficio a Su Ylustrisima que mandase absolver– los de las Censuras en que habian incurrido. Asi se efectuó y el Sr. Obispo delegó la facultad correspondiente al Canonigo Penitenciario Dr. Dn. Josef Perez quien salió de la Yglesia Catedral revestido de Capa de Coro en Compañia de un Cura Rector, y seis Clerigos con sobrepellices, precedidos de la Cruz Alt a. En esta conformidad se hizo la ceremonia con que requiere este acto del modo prevenido por el Ritual: y los Reos admitieron la Gracia que habían solicitado con sumision y respeto a la Yglesia. Ultimamen te fueron puest os en Ca– pilla estos afortunados Criminosos que pudieron haber muerto como otros innumerables de su faccion sin el aux ilio de los Sacramentos, y anatematisados por sus enormes delitos. Se les destinaron sacerdo– tes de aprobada conducta, sana Doctrina, y letras, y entre ellos qua-

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