La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU 795 colocaron dos cañones junto al rio para que con su fuego se execu– tasen ambos ataques a un tiempo, lo que practicaron las tropas con intrepidez teniendo cada una que vencer un reducto de piedra seca en lo mas encumbrado de las colinas. La de Aviles consiguio ata– candolo ciegamente desalojarlos de el, y de allí siguieron los Ene– migos en derrota hasta incorporarse con la Columna de Campero la que había hallado mayor resistencia en el reducto enemigo. Duran– te la accion se adbirtio desde el Campo con el anteojo que en una Colina había un Peloton de Yndios que por sus movimientos cons– ternados manifestaban ser de Enemigos: por lo que resolvio el Ge– neral con un pequeño Destacamento subiese a deshacerlos Dn. Jase Antonio Vibal, quien lo logro facilmente. Sin embargo de la conternacion que les causo verse atacados por tantas partes, hicieron los Enemigos una obstinada defensa, derri– bando varias galgas sobre nosotros, y apedreandonos tambien las mu– geres. En la columna de Aviles mataron a un Capitan, y a un sol– dado de Cavalleria: hirieron en la cabeza de una lanzada a un Ayu– dante de Campo, Dn. 'Francisco Picoaga, y otros cinco soldados. En la columna de Campero maltrataron gravemente al Coronel Allende, a quien derrivaron de una pedrada en el pecho al ataque del re– ducto; pero su acreditado pundonor no le permitio retirarse hasta concluir la accion. Fueron tambien heridos de una pedrada en un brazo Dn. Damian de la Madrid, su Teniente Coronel, y de un ras– pan de bala en la cerviz al voluntario Dn. Pablo Astete, y hasta el numero de 80, aunque levemente los mas. La perdida de los Ene– migos muertos la regulamos a 600: despues el Doctor Gallegos Cura de Putina, nos dixo que por sus Yndios escapados de la accion, supo que habían sido 1,300 los Enemigos muertos. Dia 15. Acampamos mas allá de Azangaro, incorporandonos con las columnas de Paruro y Cotabambas, y supimos que el Corregidor de Puno Dn. J oaquin de Orellana habia rechazado al rebelde Diego que havia vuelto a atacar su Villa y que habían pasado muchas Par– tidas de Yndios fugitivos por estos contornos: que Diego hacia noche una legua y media de nuestro campo en una Casa, por lo que se embio al Coronel Aviles con mas de 300 hombres a sorprenderle; pe~ ro había sido incierta la noticia. El día 18 desde el campo de Llacchata, se embio una columna de 3,000 hombres al cargo del mayor General Dn. Francisco Cuellas para seguir al rebelde Diego, y castigar la Provincia de Carabaya. A la Columna de Paruro se le mando regresar a su Provincia llevando

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