La rebelión de Túpac Amaru: la rebelión

796 DOCUMENTOS DE LA REBELIÓN DE TÚPAC AMARU preso al Cura de Asillo para entregarlo en el Cuzco, y el resto del Exercito tomo la direccion de Puno. Al pasar por el Cerro de Puquinacancari, que es muy alto y todo peñas, sito en medio de una Pampa en el que vimos algunos Yndios que por su corto numero se despreciaron; pero al pasar la Columna de Cotabambas que venia a la retaguardia, aviso de que le habían apedreado desde él, por lo que su Comandante pidio permiso de ata– carlos, lo que se executó con un pequeño Destacamento y sin embargo de no llegar a 100, los Enemigos hicieron una obstinada y barbara defenza; y viendose ya sin recurso, algunos se despeñaron volunta– riamente, y entre otros una Muger con un Niño a las espaldas. Los pocos que se cogieron vivos se ajusticiaron, y UNA MUGER PRI– SIONERA SE TENDIO VOLUNTARIAMENTE SOBRE UN CADA– VER, Y VIENDO QUE TARDABAN EN MATARLA - LEVANTO LA CABEZA Y DIXO; QUE PORQUE NO LA MATABAN?. Estos miserables habían sido los que habían muerto a un Sacerdote Domi– nico en Santiago de Puja, y a una Parienta de su Cura. Dia 22 en el campo de Buena Vista se recibio la respuesta del Corregidor de Puno en que avisaba estar actualmente sitiado. Dia 23 al llegar cerca del Campo que haviamos elegido para acam– par, se embiaron dos hombres a Puno para avisarle de nuestra pro– ximidad. Estos bolvieron a toda brida con la noticia de que en la actualidad la estaban asaltando. Este aviso nos obligó a andar las dos leguas que faltaban con la mayor aceleración posible. Llegamos cerca y subimos a los Altos que rodean la Villa, a cuyas superiores Cumbres se habían remontado los rebeldes. Acampamos al pie de estas por ser ya tarde con la resolucion de atacarlos al dia siguiente para lo qual se avisó a su Corregidor indicandole el paraje por donde havia de executar su ataque a tiempo que nosotros lo practicasemos por los Cerros, pero a la mañana siguiente nos avis aron de la Villa que los Enemigos havian descampado por la noche, y se habían di– sipado. La situacion de esta Villa esta a la orilla de la Laguna de Chu– cuyto, rodeada de altos Montes que no le dexan espacio alguno entre ellas, y estos le dan lugar a que pueda sacar a pacer sus Gana– dos sin subirlos a los Montes, bentaja que habian conocido los Ene– migos, por lo que havian resuelto tomarla por bloqueo. El haber llegado el Exercito hasta esta Villa internadose tanto en una Estacion tan rigida, y que no hay pasto alguno ni para las Mulas, ni para el Ganado de que subsistía la tropa, fue solo por li-

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